Cuatro empresas familiares transforman el legado en triple impacto
Florencia Tuchin
noviembre 5, 2024

¡Hola! Para la edición de hoy conversé con cuatro empresas familiares que dieron un giro en su modelo de negocios para generar más impacto. Quería conocer cómo fue el proceso de cambio entre generaciones. Limpiolux, Bercomat, Grupo Mitre y Barbieri forman parte del Círculo de Impacto B, una comunidad de práctica impulsada por Sistema B Argentina, que tiene como principal objetivo instalar el Triple Impacto en el mainstream empresarial. Está conformado por referentes del sector empresario comprometidos a ser puente entre la economía tradicional y una nueva economía, que busca poner en el centro de sus decisiones el bienestar de las personas y el planeta.


Cuatro empresas familiares transforman el legado en triple impacto

Tres generaciones en la empresa Limpiolux

Cecilia Peluso forma parte de la tercera generación en su familia en liderar Limpiolux. Ella es la CEO y su hermano Sebastián es Director Comercial. Su abuelo fue quien creó la firma en 1966 y su padre Norberto sigue presente como presidente de la organización y fue durante su liderazgo que se inició un camino de crecimiento, profesionalización y modernización de la mano de nuevos negocios, articulaciones, y las certificaciones ISO. 

“Si bien comenzamos como una empresa de limpieza, hoy somos un grupo de marcas que brindan soluciones de facility para establecimientos e instalaciones llevando salud, bienestar y seguridad a nuestros clientes. Nos ocupamos de una variedad de servicios que van desde la higiene profesional, el mantenimiento edilicio, la venta de insumos, el diseño y confección de indumentaria corporativa, entre otras soluciones”, define Peluso.

Limpiolux está formada por 3000 personas. “La empresa nació con el propósito de mi abuelo de ganarse la vida para poder sostener a su familia y, en la medida que ese emprendimiento creció, se buscó que otras personas pudieran tener una oportunidad de desarrollo”, agrega la CEO. 

Alrededor del 2010, se empezó a trabajar en el desempeño social y ambiental de la empresa con una mirada más cercana a la Responsabilidad Social Empresarial. En 2017, comenzaron a acercarse al mundo de triple impacto y en 2018, completaron la primera Evaluación B. Incluir a personas que tienen barreras al empleo fue el propósito que se definió desde la empresa y se enfocaron en acciones e iniciativas que ampliaran las oportunidades laborales. 

“Contábamos con un programa de capacitación en oficios, una escuela de liderazgo y una iniciativa para acompañar a las personas para que terminen el secundario. Teníamos y tenemos buenos programas de inclusión, acompañamiento y desarrollo, pero no teníamos buena trazabilidad. Entonces en este Camino B y pensándolo como un proceso de mejora, empezamos a pensar cómo medir nuestra huella social. Al mismo tiempo, también comenzamos a trabajar en mejores prácticas de gobernanza y de impacto ambiental. Finalmente, nos certificamos como empresa B en 2021”, relata Peluso.

Sobre los retos que se presentaron para incorporar criterios de sostenibilidad, impacto social y gobernanza en un negocio familiar tradicional, Peluso dice: “Las empresas argentinas operamos en entornos volátiles, con constantes situaciones de crisis, y una macroeconomía que nos desafía siempre. Por lo tanto, debemos encontrar el equilibrio, el foco, y las estructuras suficientemente buenas para llevar una estrategia con criterios de impacto, que sea tangible, trazable, y coherente”.

Otro caso de empresa familiar que buscó el triple impacto es el de Barbieri. La firma se fundó en 1953 con el objetivo de ofrecer soluciones constructivas en el mercado. La incorporación de la segunda generación en la década de 1970 marcó un punto de inflexión, ya que aportó un renovado impulso y nuevas perspectivas. En 1975, Julio, el hijo mayor de Darío Barbieri, se unió a la empresa y profesionalizó la gestión administrativa y contable, lo cual fortaleció la estructura de la compañía y permitió su expansión sostenida. Posteriormente, el ingreso de Walter Barbieri, el hijo menor de Darío, dio un gran impulso al área comercial, logrando expandir la cartera de clientes en más de un 50%.

La incorporación de Carlos Crupi, esposo de Patricia Barbieri, sumó una visión que consolidó una filosofía de trabajo basada en tres pilares: buen clima laboral, buenos resultados y el desarrollo y bienestar de los colaboradores. En 2019, la tercera generación de la familia desarrolló el equipo de Innovación y Sustentabilidad, un avance que refleja cómo la empresa buscaba adaptarse a las nuevas demandas del mercado.

Familia Bercomat, fundada en 1957 por José y Berta Bercovich, nació con el propósito de generar bienestar y oportunidades para la familia. «Desde la tercera generación, hemos impulsado la redacción de un protocolo familiar que regula el vínculo entre la familia y la empresa», explica Andy Gamberg, presidente de Familia Bercomat. Este protocolo pone un especial énfasis en el desarrollo de las futuras generaciones para asegurar la continuidad del liderazgo familiar en el directorio. Según Gamberg, la idea es contar con candidatos capacitados para ocupar posiciones claves y preservar la esencia de la empresa.

Uno de los principales desafíos de la compañía fue medir y cuantificar su impacto. «Empezar a medir nos permite detectar oportunidades de mejora», comenta Gamberg. Con este objetivo, Familia Bercomat dio el paso de transformar su enfoque de filantropía hacia uno de negocios de impacto, un cambio que se consolidó con la obtención de la certificación B. «Las familias inevitablemente miran a largo plazo, pensando en la sostenibilidad y en el futuro de las siguientes generaciones. No se trata solo del patrimonio, sino del mundo que se quiere dejar», reflexiona Gamberg, destacando la importancia de integrar el impacto social y ambiental en el núcleo de la empresa.

La historia de Grupo Mitre comenzó en 1985, en un pequeño taller de mecánica donde Miguel Ángel Ippolito, reparaba autos con un rastrojero bastante deteriorado. Sin entender nada del rubro de la construcción, se atrevió a dar un giro radical en su carrera. Fue un momento de valentía y determinación, impulsado por el deseo de construir algo nuevo, y así fundó una empresa dedicada a las demoliciones. Desde entonces, su propósito tiene que ver con transformar el sector de la construcción bajo una perspectiva de triple impacto.

El hijo del fundador, Miguel Ippolito, hoy, es Director de Gestión de Grupo Mitre. Relata: “La transición en toda empresa familiar es un desafío complejo, ya que implica que la generación anterior ceda el management de la compañía. En lo particular, soy parte de la segunda generación, y cuando me incorporé a trabajar formalmente, no teníamos una hoja de ruta sobre cómo hacerlo. Algo que fue de gran utilidad para nosotros fue trabajar con distintos consultores, quienes facilitaban espacios para dialogar y generar acuerdos. También fue valioso participar en organizaciones como UNAJE y Vistage, que permiten ver cómo otros han pasado por situaciones similares y replicar sus buenas prácticas”.

El camino de transformación cultural comenzó gradualmente cuando los invitaron a participar por primera vez de los World Demolition Awards, uno de los eventos más prestigiosos que destaca a las mejores empresas y proyectos de demolición a nivel mundial. “Esta oportunidad permitió ver qué iniciativas venían implementando otras empresas del rubro en el mundo e inspirarnos en mejores prácticas. Observamos que podíamos encontrarle una solución al problema de la contaminación de los residuos provenientes del sector de la construcción y demolición (RCD) a través de inversiones en tecnologías disponibles en otros países. En esa línea, en el 2015 adquirimos nuestra primera trituradora de áridos”, cuenta Ippolito.

Años más tarde, comenzaron el camino hacia la certificación como Empresa B. De esta manera, empezaron a poner diversas cuestiones sociales sobre la mesa como, por ejemplo, la incorporación de las mujeres en roles de liderazgo dentro de las obras. Esto permitió adaptar la infraestructura de las obras con uniformes y baños propios para mujeres. 

Por otro lado, sintieron que podían ir un paso más y comprometerse con otra de las problemáticas del país: la deserción escolar y la pobreza. “Advertimos que un gran porcentaje de nuestros colaboradores contaba con barreras al empleo (principalmente por falta de estudios y recursos). De esta manera es que nos propusimos acompañarlos en su desarrollo a través de capacitación en oficios para que cuenten con diferentes oportunidades y experiencias de formación. También llevamos adelante un programa de tutorías el cual acompaña a aquellos colaboradores que deseen finalizar sus estudios secundarios”, agrega Ippolito.

La empresa recicla los materiales para que puedan ser reinsertados a través de la economía circular en los ciclos productivos de la construcción. Ahora, se está generando una nueva unidad de negocio: una Planta de Reciclaje de residuos de construcción y demolición, donde van a producir materiales reciclados a mayor escala.


Los tres mensajes clave que dejó la XXII Jornada Anual de GDFE

El encuentro reunió a más de 300 líderes de diversos sectores para repensar el papel de la inversión social privada en Argentina. Uno de los mensajes centrales fue la necesidad de una vanguardia transformadora que vaya más allá de una simple mejora ética o de gestión. Javier García Moritán, director ejecutivo del GDFE, destacó que esta vanguardia debe ser un movimiento disruptivo, abierto a todos y que invite a construir juntos, superando la polarización y sumando fuerzas para un cambio real.

Otro mensaje fue el llamado a dejar de lado las rivalidades entre Estado y mercado y alinear esfuerzos para resolver problemas estructurales. Gustavo Castagnino de Genneia y Agustina Catone de Fundación Telefónica Movistar remarcaron que el sector privado puede asumir un rol clave, en momentos de desconfianza institucional, al enfocarse en el bien común y no solo en sus propios intereses.

Finalmente, la jornada destacó el poder de la acción colectiva y de propósito común como fuerza de transformación. Con ejemplos inspiradores, como el compromiso de Fundación Rosario con el tejido social o la “Economía de Francisco” impulsada por el sacerdote y abogado Augusto Zampini, se subrayó la importancia de integrar diferentes perspectivas y construir juntos una Argentina más justa y sostenible.


Las marcas que optan por una publicidad inclusiva venden un 3,5 % más a corto plazo y un 16 % a largo plazo

La Unstereotype Alliance (Alianza Sin Estereotipos) -una alianza global liderada por empresas y convocada por ONU Mujeres para erradicar los estereotipos dañinos en la publicidad- presentó los resultados del estudio global pionero “Publicidad inclusiva”. Los hallazgos confirman que las campañas inclusivas tienen más del 62% de probabilidad de ser la primera opción del público consumidor y un 15% más de lealtad.

El estudio, realizado por la Saïd Business School de la Universidad de Oxford, utilizó datos exclusivos proporcionados por empresas miembro de la Alianza Sin Estereotipos: Bayer Consumer Healthcare, Diageo, el Instituto Geena Davis, Kantar, Mars Incorporated, Mondelez International y Unilever.

Los resultados también muestran que el impacto positivo se mantiene a largo plazo, con un mayor aumento de ventas y mejoras en la percepción y valor de la marca, lo que fortalece su reputación.


Octubre rosa: un mes de concientización para prevenir todo el año

Durante octubre, se realizaron acciones para concientizar sobre la prevención del cáncer de mama. Se trata de iniciativas lideradas por una organización de la sociedad civil, una fundación y el Estado. Lee la nota de Melisa Gabbanelli acá.


Trabajos de impacto

  • Responsable de Alianzas Corporativas y RSE en el Museo de Arte Moderno.
    Formación Académica: Graduados en Comunicación, Relaciones Internacionales, Marketing y/o Responsabilidad Social Empresarial. Experiencia: Mínimo 4 años de experiencia en áreas de Desarrollo de Fondos, Marketing, Comunicación, Content Marketing, Relaciones Internacionales y/o RSE.
    Si estás interesado/a en unirte a nuestro equipo, envía tu CV y carta de motivación a bú[email protected]
  • Yakú busca un/a profesional para cubrir la vacante de «Responsable de Análisis de Impacto, investigación y auditoría». La misión del puesto será garantizar la implementación efectiva de sistemas de seguimiento y evaluación en todos los programas de la organización, alineándose con los objetivos estratégicos. Esto incluye el desarrollo de herramientas de evaluación, el control y mantenimiento de bases de datos, la promoción de investigaciones relevantes, y la difusión de resultados a través de informes que faciliten la toma de decisiones informadas, en pos de acompañar propuestas de mejora y desarrollo. Más información acá.

Hasta aquí llegamos hoy. Los leo en [email protected]

Flor.