cheLA: un laboratorio de creatividad colectiva que hace dialogar al arte con la crisis ambiental y la inclusión social
Florencia Tuchin
diciembre 12, 2023

¡Hola! Hace 20 años, en el barrio de Parque Patricios, Buenos Aires, Argentina, Fabián Wagmister creó cheLA (Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano) un espacio alternativo para proyectos de investigación y experimentación relacionado con la comunidad, la creatividad colectiva y la tecnología. Hoy la organización busca hacer dialogar el arte con el impacto ambiental e inclusión social.


cheLA: un laboratorio de creatividad colectiva que hace dialogar al arte con la crisis ambiental y la inclusión social

Foto: Chela

cheLA se define como un entorno multidisciplinario, que promueve la interacción y colaboración entre artistas, trabajadores sociales, tecnólogos y organizaciones comunitarias. Surgió como extensión de un programa de capacitación para artistas jóvenes de Argentina que comenzaban a explorar la relación entre cultura, comunidad y tecnología a mediados de los 90. “Gracias al pensamiento innovador de Américo Castilla en Fundación Antorchas, un importante grupo de artistas jóvenes realizó residencias en mi laboratorio de investigación en la Universidad de California, Los Angeles (UCLA). El impulso inicial fue dar continuidad a los procesos de investigación que se llevaban a cabo durante ese programa y generar un espacio de innovación creativa en Argentina. Nuestro interés nunca ha sido la creación de productos estéticos (arte tradicional) sino la generación de nuevos conocimientos y nuevas capacidades a partir de la investigación, la experimentación y producción cultural con responsabilidad social”, cuenta Fabián Wagmister, director de cheLA y profesor titular de creatividad audiovisual y arte digital en el Departamento de Cine, Televisión y Medios Digitales de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA).

Como parte de la celebración de los 20 años de cheLA, se activó un proceso de profundización y activación de la intencionalidad de promover proyectos y procesos de creatividad colectiva y creación artística con énfasis en la crisis ambiental, la crisis tecnológica y la crisis social. La organización está trabajando con instituciones locales e internacionales dedicadas a estos temas para poder encarar proyectos conjuntos y apoyar a grupos multidisciplinarios para el desarrollo de investigaciones y acciones que brinden conocimientos y capacidades en este sentido a comunidades diversas.

“Nuestra relación con la naturaleza y con nuestra propia comunidad social está en profunda crisis. Estamos desconectados, ajenos a lo que nos pasa, funcionales a un futuro que nos supera. En cheLA no nos interesa definir o delimitar el arte, pero dentro de un marco de mucha amplitud y libertad tenemos muy clara nuestra intencionalidad de invertir nuestros recursos y capacidad en proyectos que concienticen, provoquen diálogo, y convoquen a la acción en cuanto las crisis existenciales de la humanidad, el cambio climático, la alienación tecnológica, la pérdida del sentido común. La activación de los mecanismos de creatividad colectiva es fundamental para empoderar a todos y todas a participar de los cambios urgentes y necesarios. Comunidades creativas se involucran activamente en generar mejores futuros”, dice Wagmister.

Algunos casos de proyectos desarrollados en cheLA, que luego lograron continuidad autónoma son: Circo Social del Sur, un proyecto de inclusión social y empoderamiento a través del reconocimiento de las habilidades creativas corporales; A77, un colectivo de arquitectos y artistas desarrollando espacios lúdicos de creatividad en el espacio público con énfasis en la sustentabilidad; Club de Reparadores, un esfuerzo anti-consumista que genera eventos colectivos de reparación de elementos domésticos rotos; PedaLúdico, un proyecto que cuestiona para qué y cómo nos movemos, y promueve un andar sustentable y meritorio por la ciudad con la bicicleta como instrumento de transformación personal y colectiva; Planta Alta, un colectivo que busca transformar el inmueble de cheLA en un laboratorio eco sustentable, de autonomía energética y soberanía alimentaria.


Lauren Bon y Metabolic Studio intervienen el río de Los Ángeles

Lauren Bon es una artista ambiental y activista de Los Ángeles, California. Ella dirige Metabolic Studio, un hub multidisciplinario que promovió iniciativas como «Not A Cornfield», un proyecto artístico que consistió en la transformación de un área industrial en el centro de Los Ángeles en un campo de maíz de 12 hectáreas por un ciclo agrícola en 2005. También, Metabolic Studio realizó «100 Mules Walking the Los Angeles Aqueduct», una acción performática de 240 millas que buscaba reconectar a la ciudad de Los Ángeles con la fuente de agua para el centenario de la apertura del Acueducto. Actualmente, lleva a cabo su proyecto «Bending the River», que es una obra de reutilización adaptativa de la infraestructura del río de Los Ángeles. La ciudad de Los Ángeles crece continuamente, al igual que la necesidad de agua para mantener este crecimiento. En respuesta a esta necesidad, la escasez de recursos y los efectos continuos del cambio climático, Metabolic Studio está explorando nuevas formas de responder.

«Bending the River» está evolucionando a través de conversaciones con artistas, comunidades nativas, activistas, comunidades locales y agencias gubernamentales. El proyecto tuvo que recurrir a más de 75 permisos en diferentes niveles de gobierno. Se utiliza energía solar y llanuras recuperadas de inundaciones para cultivar y regenerar la vida.

La infraestructura de hormigón del Río de Los Ángeles tiene el objetivo de controlar las inundaciones. Mueve las aguas residuales de la ciudad directamente al mar. Utilizando los principios de reutilización adaptativa, el proyecto tomará una parte del agua y la llevará a Metabolic Studio, donde pasará por un tratamiento y luego se distribuirá a parques locales.

“Con mi equipo tenemos la misión de explorar y abordar cuestiones sociales y medioambientales críticas mediante intervenciones artísticas y proyectos innovadores orientados a la reparación. Cuando miro a mi alrededor y veo el estado actual del mundo, confirmo la importancia del arte para ayudar a cambiar el paradigma. No tenemos tiempo para esperar, ya que la acción deliberada y la inclusión son necesarias ahora. El mantra de Metabolic Studio es ‘Los artistas tienen que crear a la misma escala que la sociedad destruye’».

Metabolic Studio utiliza el arte como vehículo y catalizador para causar impacto. Crea nuevas perspectivas y diálogos sobre cuestiones sociales y ambientales, teniendo en cuenta las voces y opiniones de comunidades y personas a menudo olvidadas o ignoradas.

Metabolic Studio y cheLA comparten un interés por temas relacionados con el agua y específicamente los ríos urbanos contaminados. “cheLA se encuentra próxima al Riachuelo y hemos realizado varios proyectos para reconectar con su vida natural. Durante nuestro proyecto Prácticas de Periferia, siete artistas de Ecuador, Suiza y Argentina, recorrieron la zona del Riachuelo en bicicleta buscando realizar una serie de investigaciones y expresiones artísticas como forma de reconexión con la naturaleza. La reciente visita de Lauren Bon, fue parte de un viaje de investigación que realizó en Brasil y Argentina, visitando ríos contaminados y dialogando con las comunidades y actores culturales en sus márgenes”, cuenta Wagmister.


Tratado Global de Plásticos: ¿Cuáles fueron las principales conclusiones del INC-3?

En noviembre, se desarrolló en Kenia la Tercera Sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-3) creado para diseñar el Tratado Global de Plásticos para el año 2025. Del encuentro participaron más de 1.900 delegados en representación de 161 Estados miembros, y más de 318 organizaciones observadoras. Esta nota forma parte de una alianza con Unplastify. Leela acá.


Ideas para festejar Navidad y año nuevo de una manera sustentable

Pensá en los materiales de los regalos. Procura elegir los que estén hechos de materiales reciclados o certificados por FSC y evitar los artículos de plástico de un solo uso que no se pueden reciclar. Podés comprar artículos de segunda mano como ropa vintage o muebles, son excelentes maneras de regalar de manera más sostenible, ya que ahorra recursos para hacer nuevos productos.
Reducí el desperdicio de alimentos. Cuando desperdiciamos la comida también estamos desperdiciando la tierra, el agua y la energía que se utilizó para producir esa comida.
Evitá los plásticos de un solo uso. Al hacer las compras recordá llevar tu bolsa reutilizable, intenta comprar a granel o llevar tus bolsas para reutilizar. Además, no uses vajilla descartable para disminuir la cantidad de plásticos. Por último, guarda las sobras evitando plásticos de un solo uso como papel film, hay alternativas sustentables que son igual de eficientes.
Adornos y decoración que respeten a la naturaleza. Usa luces LED para decorar, ya que consumen mucha menos energía, y procura apagarlas durante la noche. En vez de adquirir productos nuevos para decorar, porque no pensar en ideas creativas y manualidades para armar con materiales que haya en tu casa.
Separa los residuos. Separa los reciclables que se generen durante los festejos, y aprovecha para compostar los residuos orgánicos.

Más allá de las cifras: cómo es el mercado de trabajo para personas con discapacidad en Argentina

De acuerdo con los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), del año 2018, en Argentina viven más de cinco millones de personas con discapacidad, quienes deben enfrentar mayores tasas de desempleo e inactividad económica y están en mayor riesgo de una protección social insuficiente. De hecho, del total de personas con discapacidad en edad laboral, sólo una de cada diez trabaja.

La brecha de participación laboral entre las personas con y sin discapacidad es de aproximadamente 36 puntos porcentuales. De las personas con discapacidad de entre 18 y 65 años que cuentan con Certificado Único de Discapacidad (CUD), solo el 9 por ciento tiene un empleo registrado.

A su vez, las instituciones y sistemas educativos no suelen ser accesibles e inclusivos: el 20,3 por ciento de las personas con discapacidad que tienen entre 18 y 24 años abandonaron la educación antes de tiempo. Para las personas sin discapacidad de la misma franja etaria, el abandono alcanza el 9,8 por ciento.


Hasta aquí llegamos hoy. Los leo en [email protected]

Hasta el martes,

Flor.