Solo un 41% de las empresas argentinas reconoció realizar acciones para medir la huella de carbono
Florencia Tuchin
octubre 24, 2023

¡Hola! Pacto Global Argentina realizó un estudio sobre la huella de carbono en las empresas. Veamos qué significa este concepto y por qué es importante su medición.


Solo un 41% de las empresas argentinas reconoció realizar acciones para medir la huella de carbono

Una de las causas fundamentales del cambio climático es el aumento de las emisiones de carbono derivadas de la actividad humana. La huella de carbono identifica la cantidad de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero), representadas en toneladas de carbono equivalente, que son liberadas a la atmósfera como consecuencia del desarrollo de cualquier actividad. Medir la huella es el primer paso hacia el camino de la descarbonización y brinda un dato clave para el diseño de estrategia de reducción de emisiones para combatir el cambio climático.

El estudio de Pacto Global Argentina tiene como objetivo determinar la importancia que le asignan las empresas argentinas a medir la huella de carbono, en el contexto de su estrategia de sostenibilidad corporativa. Y esto dado en un contexto en el cual la relevancia de la toma de acción climática y la búsqueda de un crecimiento sostenible ha ocupado un lugar importante en la agenda internacional en los últimos años.

Cuando el estudio indaga sobre si las empresas realizaban medición sobre su huella de carbono, solo un 41% reconoció acciones para medir la huella de carbono, en contraste con el 59% que reconoció no medirla. Ampliando la pregunta a estos últimos en la composición de esa negativa y frente a la pregunta sobre la intención a corto plazo de tomar acciones de medición un 67,7% de los que no miden piensan realizarlo y un 32,3% no lo tienen dentro de sus metas. Dicho dato representa una oportunidad para aquellos organismos, e instituciones para el desarrollo de programas que dejen capacidades instaladas en las empresas y así comenzar a desandar el camino de la falta de mediciones de impacto en carbono en la producción. Por otro lado, sería interesante preguntarse, si en dicho programa no sería óptimo contar con herramientas con metodologías estandarizadas y validadas internacionalmente, para facilitar la implantación con resultados efectivos.

Por otra parte, se indaga sobre si la empresa invita a sus proveedores a medir y reducir la huella de carbono dando como resultado que un 24% de las empresas si lo hace. Por los resultados expresados se entiende que aún las empresas no observan a sus cadenas de valor como ámbito estratégico para trabajar activamente en la descarbonización de sus procesos productivos.

Además, se observa que los temas de gestión ambiental son tenidos en cuenta como planes de largo plazo y por ende son de menor prioridad ante diversos desafíos que impone el actual contexto con alto grado de incertidumbre (costos, inflación, presión impositiva etc). Para poder avanzar en la medición y reducción de la huella de carbono, es importante poder contar con mayor certidumbre macroeconómica, ya que la inestabilidad desalienta las inversiones para incorporar tecnologías más limpias en los procesos productivos. El contexto con fuerte presión inflacionaria conspira contra toda planificación que busque una mejora ambiental.


Iniciativas de empresas

El Grupo Logístico Andreani desarrolló una estrategia de sostenibilidad integral, donde la medición de la huella de carbono y la descarbonización de la flota, es un eje central de su gestión. El grupo cuenta con más de 3900 vehículos, entre los de larga distancia y última milla, 160 sucursales y plantas. A su vez, debieron considerar el porcentaje de vehículos tercerizados, razón que los desafió, no sólo a trabajar puertas adentro, sino a convencer y trabajar con la cadena de valor.

Desde 2011 que Andreani mide su huella de carbono, no sin dificultades. Por esta razón, desde hace cuatro años, decidieron contar con una metodología propia de medición, que les permita abarcar las complejidades de su negocio. Tardaron casi dos años en desarrollar este modelo propio, basado en la metodología del GHG el Green House gas protocol, que es la que más se utiliza para inventarios corporativos de emisiones que contiene los alcances uno, dos y tres. Se buscó que el nuevo modelo se alimentara de datos estadísticos que se ingresaban a otros sistemas operativos de la compañía, por lo que hubo un gran trabajo de alineación entre los sistemas y cómo se debía cargar la información.

Estiman que el 80% de la facturación es de clientes que les piden contar con información de huella de carbono individualizada de sus entregas. El sector que lidera este requerimiento es el farmacéutico, lo que da un indicio de que los laboratorios están a la vanguardia de esta temática, seguidos por el rubro de cosmética.

Por otro lado, Schneider Electric ha avanzado en la medición de la huella de carbono, no sólo a nivel global, sino que han abierto el capítulo local, para establecer una línea de base en la medición de las emisiones de dióxido de carbono equivalente, que les permita tomar decisiones estratégicas en su gestión y en su cadena de valor. La primera medición en Argentina fue llevada a cabo durante el año 2020, con la organización Seamos Bosques como partner técnico de esta iniciativa. Este primer ejercicio les permitió conocer cómo se conformaba la huella a nivel local y que parámetros seguir más de cerca. Para avanzar un paso más y ser más exhaustivos, en el 2021, se realizó un trabajo con el INTI, para que, además de tener el cálculo, poder entender cómo se conforma esa “huella”, y contar con una herramienta donde poder volcar toda esa información.


Un grupo de productores logró revertir el impacto de la sequía en Uruguay

INDRA (Instituto para el Desarrollo Rural y Aguas) es un actor de la sociedad civil, que desde el 2005 gestiona estrategias vinculadas al desarrollo sostenible, priorizando las zonas rurales y comunidades más vulnerables en Uruguay. La intervención se basa en una fuerte alianza público – privada, red que sostiene a mediano y largo plazo los diferentes proyectos que se ejecutan. El objetivo es empoderar a los productores y productoras rurales y a las comunidades con mejores herramientas y tecnologías que fortalezcan la gestión de sus recursos naturales.

Uruguay lleva una sequía acumulada de más de tres años que ha afectado la producción y el acceso al agua en todo el país. Sin embargo, luego de siete años de aplicación continua de un modelo de conservación de bosque nativo, nacientes, humedales y campo natural, 21 productores que forman parte del programa de conservación, pasaron la prueba del déficit hídrico con éxito. Las herramientas aportadas por el equipo de INDRA y sus aliados (Coca Cola, Ministerio de Ambiente, Intendencia Departamental de Rivera y AVINA), sumado a los incentivos y la capacitación necesaria, colaboró significativamente a este resultado positivo.

INDRA logró evitar que el ciclo de sequías los afectara, aplicando un pool de herramientas de conservación de bosque nativo, campo natural y conservación de humedales, bajo acuerdos de conservación firmados con los productores que integran la estrategia territorial de conservación de al menos 3000 hectáreas de bosque nativo y humedales y 7.000 hectáreas de campo natural. Los acuerdos también implicaron el compromiso de los gobiernos locales en el territorio, el gobierno nacional a través del ministerio de Ambiente, empresas privadas, escuelas rurales, la academia y otras organizaciones de la sociedad civil. Cada medida y herramienta fue diseñada para aplicarse según el contexto y diagnóstico previo determinado entre todas las partes.


¿Qué países reconocen mejor los derechos de los pueblos indígenas?

Australia rechazó de forma contundente una propuesta para reconocer a los pueblos indígenas en la Constitución. Los australianos tenían que votar «sí» o «no» en el referéndum, el primero en casi un cuarto de siglo, sobre la cuestión de si se debía modificar la Constitución para reconocer a los aborígenes e isleños del Estrecho de Torres mediante la creación de un órgano consultivo indígena, la «Voz al Parlamento».

Algunos países utilizan cuotas parlamentarias o tratados para hacer frente a estas desigualdades, mientras que otros protegen los títulos de propiedad de la tierra. Context resalta dos ejemplos latinoamericanos.

En enero, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva creó el Ministerio de Pueblos Indígenas y le propuso a Sonia Guajajara dirigirlo, convirtiéndose en la primera mujer indígena en ocupar un cargo ministerial. La Constitución brasileña de 1988 reconoce los derechos de los pueblos indígenas sobre las tierras que ocupan tradicionalmente, y más de 200 territorios buscan actualmente ser reconocidos como tierras indígenas, según el Instituto Socioambiental, una organización sin ánimo de lucro.

Por otro lado, en agosto, los ecuatorianos se pronunciaron en las urnas a favor de la protección de dos zonas de reservas de biosferas. El Sí a prohibir la minería artesanal, pequeña, mediana y a gran escala en el Chocó Andino, ubicado en el occidente ecuatoriano, se impuso con un 68 %, en una rotunda victoria frente al 31% que votó por el No. Y en el este amazónico, concretamente en el bloque 43 del Parque Nacional Yasuní, la opción del Sí a frenar la explotación petrolera ganó. Los resultados fueron acogidos con satisfacción por líderes indígenas.


129 comunidades del Gran Chaco Americano ya tienen conectividad

NANUM Mujeres Conectadas es un grupo de mujeres rurales del Gran Chaco que lidera la innovación tecnológica para la adaptación al cambio climático; en el caso de Argentina, facilitando el acceso a la conectividad domiciliaria; en Bolivia y Paraguay logrando la conectividad comunitaria. Son 129 comunidades que hoy están conectadas y pueden acceder a este servicio a través de 46 centros de conectividad administrados por organizaciones de mujeres productoras del Gran Chaco, indígenas, criollas y campesinas.

“NANUM es parte de una estrategia de desarrollo de la región del Gran Chaco para resolver un problema estructural de pobreza y aislamiento caracterizado por un alto costo de logística para el productor, al trasladar sus productos para su comercialización y al acceso a asistencia técnica en lugares donde no había ni siquiera luz eléctrica”, señala Fabiana Menna de Fundación Gran Chaco y gerenta país de NANUM Argentina.

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Hasta el martes,

Flor.