Con más de 20 años de experiencia en la producción de eventos, especialmente en el ámbito musical y cultural, Judy Weisz se propuso crear una solución frente a la demanda del uso de sanitarios en los eventos masivos. Su objetivo no fue solo instalar un producto, sino también promover la idea de que los usuarios pueden tener una experiencia mucho más agradable de la habitual al utilizar baños químicos.
Los ecobaños se distinguen de los baños químicos tradicionales porque no usan agua ni productos químicos y evitan los malos olores. A diferencia de los sanitarios plásticos convencionales, que acumulan olores, se ensucian rápidamente y suelen carecer de elementos básicos de higiene como alcohol en gel o papel higiénico, ofrecen una experiencia mucho más confortable.
Analizando las tendencias globales en materia ambiental, Weisz comenzó a interiorizarse sobre cómo gestionar de una manera más sustentable los residuos sanitarios que se generan luego de un evento masivo y así fue cómo incorporó dentro de la empresa SOS Eventos, el servicio de alquiler e instalación de baños secos. La emprendedora quería hacer un aporte concreto y se preguntó: “¿Cuál es el primer servicio que me gustaría modificar o proponer una alternativa?” Y ahí surgió la idea de los baños.
Weisz destaca que uno de los principales beneficios de esta alternativa es el ahorro de agua. Un baño seco permite ahorrar unos 160 litros por uso en comparación con uno con descarga. Si se multiplican estos valores por 10 baños, el ahorro asciende a 1.600 litros, lo que equivale a generar entre 400 y 500 kilos de abono. Además, se trata de un sistema cerrado y circular: los desechos se transforman en abono que luego se utiliza en proyectos de regeneración de suelos. Esta tarea se realiza en alianza con otros actores, como la ONG Germinar, dedicada a concientizar sobre el cuidado del ambiente y la preservación de la biodiversidad.
Otro diferencial de esta propuesta es la incorporación de materiales de descarte provenientes de distintas industrias. El aserrín, principal protagonista, se recupera de la industria de la madera en articulación con mueblerías, fábricas de ataúdes y aserraderos. También se reutilizan lonas de banners de la industria del entretenimiento y los eventos para conformar las paredes de los ecobaños, aportando ventilación y estructura. Los asientos de los inodoros se elaboran con placas hechas a partir de cápsulas de café reciclables y, además, los baldes plásticos que integran la estructura interna del inodoro provienen de la industria alimenticia.
Una vez finalizados los eventos masivos, todo lo recolectado se unifica en baldes que se cierran herméticamente y se trasladan a una planta experimental de compostaje en donde se arman pilas (cajones hechos de pallets de un metro por un metro), los cuales se llenan y se mezclan con otros residuos orgánicos. Durante un período de 15 días, el personal controla que la temperatura ascienda a los 55 grados, esta etapa del proceso se llama termofílica, momento en donde se sanitiza la pila de compost, garantizando que los patógenos mueran. El proceso culmina, luego de mantener durante 12 meses las pilas en reposo, dando lugar a la confección del abono.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, un litro de depósito de baño químico puede contaminar hasta 40.000 litros de agua limpia. Además, la OMS califica a los baños químicos como un “riesgo sanitario” y recomienda, para los lugares sin conexión a la red cloacal, el uso de baños secos como la mejor solución sanitaria. En Argentina, esta misma calificación está respaldada por el Ministerio de Salud. En este contexto, desde SOS Eventos trabajan junto al Ministerio y al INTI en la incorporación de buenas prácticas vinculadas a energías renovables y a la gestión y manejo de los baños secos.
En relación con la implementación de este tipo de iniciativas a nivel local, Weisz comenta: “En Argentina estamos recién empezando y nos encontramos en una etapa de desconocimiento. Trabajamos para dar a conocer esta alternativa, que reemplaza los baños químicos y ofrece muchos más beneficios. También enfrentamos resistencias, principalmente por acuerdos previos; por ejemplo, algunas proveedoras de eventos llevan años trabajando con un determinado proveedor, y generar un cambio de este tipo muchas veces no resulta por distintos motivos. Sin embargo, junto a estas resistencias, encontramos muchas personas interesadas en contratar una solución diferencial, más higiénica para el ambiente y para las personas”.
El equipo de la empresa acompaña cada evento en el que se instalan los ecobaños, permaneciendo presente en todo momento para interactuar con los usuarios, explicar las características del producto y asesorarlos ante cualquier consulta. Este servicio diferencial permite generar un diálogo directo entre la empresa y los usuarios, garantizando que la experiencia sea positiva y satisfactoria.
Sobre este tema, Weisz agrega: “Las mujeres tenemos una cercanía que los hombres no tienen. El 60% de quienes concurren a un evento prefieren no consumir bebidas ni utilizar baños químicos. Esto me hizo reflexionar sobre la higiene, el cuidado y la responsabilidad de mantener un baño limpio. Hacemos mucho hincapié en la corresponsabilidad con el usuario: que sea un baño público no significa que deba estar sucio; si quieres encontrarlo limpio, debes contribuir a mantenerlo así. Siempre incorporamos papel higiénico y alcohol en gel”.