Cómo algunas ciudades del mundo están enfrentando el turismo masivo
Florencia Tuchin
junio 24, 2025

¡Hola! Mientras algunas ciudades del mundo debaten cómo frenar la llegada masiva de turistas, en muchas regiones del sur global el desafío es otro: cómo aprovechar el turismo para fortalecer las economías locales sin repetir los errores de los destinos saturados. La expansión del turismo global puso en evidencia una tensión cada vez más visible: ¿cómo generar ingresos y trabajo para las comunidades sin transformar los territorios?


Cómo algunas ciudades del mundo están enfrentando el turismo masivo

En los últimos años, ciudades como Venecia, Kioto o Ámsterdam se han convertido en ejemplos de lo que se conoce como sobreturismo: lugares hermosos que atraen multitudes, pero que ya no pueden sostener la afluencia sin dañar su esencia. El turismo masivo deja dinero, claro, pero también expulsa a vecinos, encarece la vivienda, deteriora el patrimonio cultural y natural, y genera una experiencia más frustrante que placentera tanto para visitantes como para quienes habitan esos lugares.

En 2024, el número de visitantes internacionales a Japón alcanzó aproximadamente los 36,87 millones, un récord histórico que representa un aumento del 47,1 % en comparación con el año anterior. En 2023, el gasto de los visitantes extranjeros totalizó 5,3 billones de yenes, un 10,2 % más que en 2019, antes de la pandemia de COVID-19. En respuesta, el gobierno japonés fijó como meta recibir a 60 millones de turistas internacionales para 2030. Estos datos se desprenden de un artículo del World Economic Forum.

La concentración excesiva de turistas en los destinos más populares ha perjudicado a las comunidades aledañas. En Kioto, una ciudad histórica con gran atractivo turístico, el transporte público se ha saturado, dificultando los desplazamientos cotidianos de los residentes. El aumento de alojamientos en zonas urbanas también ha generado desafíos, como la contaminación acústica y la gestión de residuos. También se reportaron problemas similares asociados al sobreturismo en Hokkaido y Tokio.

En octubre de 2024, Japan Airlines y Hoshino Resorts colaboraron para promover entre los turistas internacionales regiones menos conocidas de Japón. La iniciativa incluye la difusión de “joyas ocultas” relativamente poco conocidas a través de sus sitios web, campañas en Instagram y paquetes que combinan vuelos de Japan Airlines con alojamiento en instalaciones de Hoshino Resorts. Esta iniciativa busca facilitar la exploración de regiones que los turistas quizás no habrían considerado, mitigar el sobreturismo y, al mismo tiempo, contribuir a la revitalización regional.

En Hokkaido, el monte Hakodate, conocido por sus vistas panorámicas, ha enfrentado problemas de saturación en su mirador de la cima. En enero de 2025, la ciudad de Hakodate implementó un sistema para visualizar la congestión y así abordar esta situación.

Se instalaron señalizaciones digitales en la estación de Hakodate, que permiten el seguimiento en tiempo real de los niveles de congestión en ocho puntos, incluido el mirador de la cima y la estación del teleférico que lleva a la cima. Además, los visitantes pueden consultar los niveles de congestión en sus teléfonos móviles escaneando un código QR.

Para evitar el turismo masivo, en Ámsterdam decidieron que no van a permitir nuevos hoteles en el centro de la ciudad. La medida busca frenar el crecimiento indiscriminado de alojamientos turísticos que elevan el precio de la vivienda y expulsan a quienes viven y trabajan en la ciudad. Allí también comenzaron a cobrar impuestos más altos a quienes visitan por un solo día.

Desde abril de 2024, en Venecia quienes no duermen en la ciudad deben pagar una tasa de ingreso. La medida es simbólica pero también práctica: los fondos se destinan a tareas de limpieza y preservación. Cada turista aporta, al menos económicamente, al cuidado del lugar.

Pero más allá de las restricciones, los especialistas coinciden en que la clave está en un cambio cultural: dejar de pensar el viaje como una conquista o un consumo rápido. Volver a viajar con curiosidad, sí, pero también con respeto por quienes habitan esos lugares todos los días del año.

Parte del problema es que muchos turistas no conocen las normas locales. Japón, por ejemplo, es famoso por sus calles limpias, pero eso es posible porque la mayoría de los residentes llevan sus residuos consigo hasta sus casas. No hay tachos en la vía pública. Los visitantes no siempre comprenden esa lógica, lo que genera fricción y molestias.

Mientras tanto, algunas iniciativas combinan turismo con acción positiva. CopenPay es un programa piloto lanzado en Copenhagen entre el 15 de julio y el 11 de agosto de 2024. La propuesta incentiva a visitantes y residentes a adoptar conductas amigables con el ambiente —como andar en bicicleta, usar transporte público o participar en limpieza urbana— a cambio de recompensas ofrecidas por más de 24 negocios locales, incluyendo cafés, museos, senderismo urbano o alquileres de kayak . En 2025, CopenPay se llevará a cabo durante 9 semanas, del 17 de junio al 17 de agosto.

Además de ofrecer beneficios inmediatos —como un almuerzo, café, acceso a museos, incluso una sesión adicional de esquí en la azotea de una planta de energía— el programa está centrado en generar un impacto a largo plazo: inspirar hábitos que trasciendan la estadía del turista. 


Líderes de 13 regiones de Iberoamérica se reunieron en Mendoza para impulsar una alianza internacional de impacto

Líderes de 13 regiones de Iberoamérica se reunieron en Mendoza para impulsar una alianza internacional orientada a transformar el comercio global desde una mirada de triple impacto. El encuentro marcó el lanzamiento formal de RITA (Regional Impact Trade Alliance), una organización sin fines de lucro que busca fortalecer a las regiones como motores del desarrollo económico, social y ambiental. La iniciativa fue impulsada por referentes del Movimiento B, como Pedro Tarak y Rafael Kemelmajer, y contó con la participación de representantes del sector público, privado, académico y de la sociedad civil.

RITA propone un modelo en el que cada territorio, sin importar su tamaño, pueda convertirse en una “Región de Impacto de Origen” (RIO), siempre que demuestre capacidad organizacional, integridad y una visión colectiva alineada con el triple impacto. Durante el encuentro se definieron tres pilares fundacionales: una estructura de gobernanza colaborativa, un modelo económico sostenible y un sistema de verificación para validar a las regiones comprometidas con esta transformación. La idea es que estas regiones no solo sean receptoras de inversión, sino generadoras de soluciones locales con relevancia global.

Mendoza fue elegida como sede por su trayectoria en políticas de impacto social y ambiental, el desarrollo de ecosistemas innovadores y la articulación entre distintos sectores. Como cierre del encuentro, las delegaciones firmaron una declaración conjunta que compromete a cada región a seguir avanzando en la construcción de esta red internacional. El próximo paso será en mayo de 2026, en el País Vasco, donde se lanzarán las primeras verificaciones oficiales de RIOs y se consolidará el enfoque territorial como una nueva vía para el comercio global con propósito.


Red Nueva de Ganadería: una herramienta contra la desertificación

Nace la Red Nueva de Ganadería Chaqueña. Un espacio que articula a productores, técnicos, universidades y organizaciones como Redes Chaco, TNC, Fundación Gran Chaco, ACDI, Solidaridad, RegenoA, UNJu, UNSa y Fundapaz, entre muchas otras.

La Red impulsa una plataforma técnica para el diseño de soluciones regenerativas. Su objetivo es acompañar a los productores ganaderos de los tres países que integran el Chaco (Argentina, Paraguay y Bolivia) en la transición hacia prácticas sostenibles. No se trata solo de tecnología, sino de una apuesta por el conocimiento compartido y la organización desde el territorio.

“La red es un espacio donde se intercambian experiencias, se identifican fragilidades del sistema actual y se construyen nuevas respuestas colectivas”, resume Mercedes Borrás, especialista en ganadería y cadena forestal de Fundación Gran Chaco. Con 35 millones de hectáreas comprometidas en la actividad ganadera chaqueña, lo que se juegue en este espacio será decisivo para el futuro ambiental y productivo de la región.


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Una bacteria convierte plásticos en paracetamol

Un equipo de la Universidad de Edimburgo ha logrado, por primera vez, que una bacteria viva —una cepa modificada de Escherichia coli— convierta residuos plásticos (PET) en paracetamol. El proceso utiliza una reacción química conocida como reordenamiento de Lossen, desencadenada naturalmente dentro de las bacterias gracias al fosfato presente en ellas, lo que permite transformar el ácido tereftálico, derivado del plástico, en el ingrediente activo del analgésico.

El experimento, publicado en la revista Nature Chemistry, se realiza a temperatura ambiente mediante un procedimiento similar a la fermentación de cerveza y alcanza una eficiencia del 90–92 % en menos de 24 horas, con una huella de carbono mínim­a. Esto representa un avance significativo hacia la producción sostenible de fármacos y la valorización de residuos plásticos, aunque aún requiere mejoras antes de escalarse industrialmente. Lee más en El Pais.


Hasta aquí llegamos hoy. Los leo en [email protected]

Hasta el martes,

Flor.