Con energía solar, Unilever acelera la transición energética industrial
La empresa firmó un acuerdo de largo plazo con MSU Green Energy para compensar su consumo eléctrico y reducir su huella de carbono, en línea con su meta de emisiones netas cero.
Otra Economía |
mayo 22, 2025

Alcanzar la meta de emisiones netas cero (Net Zero) exige una transformación profunda del sistema energético global, basada en la adopción de energías renovables, mejoras en la eficiencia energética y una drástica reducción de emisiones. Con este objetivo, Unilever firmó un acuerdo de largo plazo con MSU Green Energy para la provisión de energía solar, que le permite compensar al 100% con fuentes renovables toda la energía eléctrica utilizada en sus fábricas y oficina administrativa.

La iniciativa surge como respuesta a un contexto urgente: la crisis climática. La Organización Meteorológica Mundial declaró que el año 2024 fue el más caluroso desde que se tienen registros. Además, el aumento de olas de calor extremas, sequías prolongadas, incendios forestales y eventos climáticos severos son solo algunas de sus consecuencias visibles.

“Entendemos que es necesario que todos los actores involucrados en la producción industrial actúen con responsabilidad. Para alcanzar el objetivo de Net Zero, es necesario transformar la forma en que generamos y consumimos energía, lo que implica adoptar energías renovables, mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, señala Natalia Giraud, directora de Asuntos Corporativos de Unilever.

Por su parte, el fundador y CEO del Grupo MSU, Manuel Santos Uribelarrea, destaca que la energía solar es actualmente la principal impulsora de nuevos proyectos a nivel global, representando el 73% del crecimiento de las energías renovables en el último año. “Este acuerdo es un ejemplo claro de cómo las organizaciones pueden trabajar juntas para impulsar la innovación y la sostenibilidad”, comenta.

Mediante este acuerdo —el primero de su tipo para Unilever en Argentina— se inyectan más de 77.000 MWh anuales de energía renovable a la red nacional, lo que permitirá evitar la emisión de más de 185.000 toneladas de CO₂ al año. La compañía compensa así el 100% del consumo eléctrico de sus plantas industriales en el país, incluidas sus oficinas centrales en Munro, con energía solar proveniente del Parque Solar Pampa del Infierno, ubicado en Chaco. Con esta iniciativa, Unilever se convierte en el principal consumidor industrial de la energía generada por este parque, el mayor del país destinado al abastecimiento del sector industrial.

La transición energética no solo impacta en el momento de producir un producto, sino también a lo largo de toda la cadena. “Que detrás de nuestras fábricas haya energía eléctrica 100% renovable significa que el consumidor está consumiendo productos con menos emisiones de carbono. Al comprarlo, son parte del cambio también. Cada vez que alguien elige un producto Unilever —sea un shampoo, un jabón o una sopa— está eligiendo también una forma de producción más respetuosa con el planeta. Y eso importa. Porque reducir nuestra huella de carbono no solo tiene un impacto en nuestras operaciones: también reduce la huella de quienes nos eligen todos los días”, desarrolla la directora de Asuntos Corporativos de Unilever.

La compañía viene avanzando en este camino hacia el Net Zero desde 2019, cuando adquirió los primeros certificados I-REC (International Renewable Energy Certificates), asegurando que el equivalente al consumo eléctrico de sus operaciones proviniera de fuentes renovables. Además, implementó mejoras para aumentar la eficiencia energética en sus plantas de Pilar, Tortuguitas, Gualeguaychú, Rosario y Mendoza. Algunos ejemplos, dependiendo de la planta, son la instalación de termotanques y paneles solares, así como domos para maximizar el uso de luz.

Giraud asegura que el mayor aprendizaje de todo el proceso fue la capacidad de adaptación. “Este recorrido nos ayudó a confirmar nuestra creencia de que las energías renovables no solo representan el futuro, sino que ya son una realidad accesible, viable y necesaria para el desarrollo sostenible de Argentina. Por eso, estamos comprometidos en impulsar su adopción como parte de nuestra estrategia para reducir el impacto ambiental y promover un crecimiento responsable en el país”, explica.