BioSpi: La startup que transforma CO₂ en proteínas de alto valor
Se trata de un proyecto que usa microalgas para producir bioactivos sostenibles y fue destacado en el programa "Escalar el Impacto".
Otra Economía |
febrero 20, 2025

La biotecnología avanza como un aliado clave en la lucha contra el cambio climático. Un claro ejemplo es BioSpi, una startup que convierte el CO₂ en proteínas y enzimas de alto valor mediante el uso de microalgas. Esta propuesta fue destacada en el Demo Day del programa «Escalar el Impacto», impulsado por Mayma, Galicia y Genneia.

BioSpi nació en 2022 cuando Jeremías Conrero y Uriel Miralles coincidieron en un evento de emprendedores. Comprometidos con generar un impacto positivo en el ambiente y equilibrar el desarrollo humano con la biodiversidad, comenzaron a investigar el potencial de las microalgas para la producción de bioactivos de manera más eficiente y sostenible.

Hoy, el equipo de BioSpi está conformado por Jeremías Conrero, director de operaciones, quien es experto en mecatrónica, liderazgo y desarrollo de productos. Uriel Miralles, CEO, es estudiante avanzado de biotecnología con una visión orientada a la sostenibilidad. Alejandro Palavicino, director de ciencias, es doctor en biología molecular con experiencia en proteínas recombinantes y microalgas. Además, BioSpi cuenta con el respaldo de Embarca, un fondo de inversión de Mendoza que los acompaña en su crecimiento.

La tecnología de BioSpi se basa en la capacidad de las microalgas para crecer con luz solar y CO₂, reduciendo así la huella de carbono y optimizando el uso de recursos naturales. Mediante biología sintética y optimización de cultivos, buscan producir proteínas y enzimas de alto valor para las industrias farmacéutica, cosmética y alimentaria.

«Nuestro proceso es más sostenible que los métodos tradicionales, ya que requiere menos tierra y agua, además de capturar CO₂ del ambiente», explica Conrero. Actualmente, trabajan en mejorar la eficiencia energética de sus procesos para minimizar su impacto ambiental.

BioSpi se encuentra en fase de validación de su tecnología, en busca de financiamiento y acuerdos de codesarrollo con laboratorios o clientes estratégicos. Su objetivo inmediato es generar una prueba de concepto patentable y avanzar en el proceso de patentamiento.

A corto plazo, la startup apunta a los sectores farmacéutico y cosmético, donde hay una creciente demanda de bioactivos sostenibles. En el mediano plazo, planean expandirse hacia la industria alimentaria con proteínas funcionales obtenidas de microalgas.

El equipo de BioSpi está convencido de que la biotecnología es una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático. «Queremos demostrar que es posible innovar sin comprometer el equilibrio ambiental. Nuestro objetivo es liderar la producción sostenible de bioactivos y contribuir a una industria más responsable con el planeta», afirma Conrero.