Del descarte al diseño: piezas únicas de la moda cordobesa a partir de velas náuticas
Teo Nirich y Ramiro Martoglio basan su emprendimiento en la economía circular. Ya dieron una nueva vida a más de 30 velas de kitesurf, que habían sido descartadas. Sus productos son: rompevientos, riñoneras, morrales, tote bags, bolsos, mochilas marineras y necessaire.
Melisa Gabbanelli |
noviembre 7, 2024

Hace tres años, Teo Nirich, estudiante de ingeniería industrial, apasionado por los deportes náuticos, el emprendedurismo y el cuidado del ambiente, creó la marca PEC – Productos de la Economía Circular, para poder reinsertar al mercado materias primas que, de otra manera, terminarían siendo desecho.

Teo y su socio Ramiro Martoglio utilizan velas en desuso de diferentes deportes náuticos como kitesurf, parapente y velerismo para generar, a partir de ellas, nuevos productos que comercializan en su tienda online. Cada una de estas velas tiene características propias, pero todas comparten la originalidad de sus diseños, ser materiales anti desgarre y la durabilidad. La marca ofrece rompevientos, riñoneras, morrales, tote bags, bolsos, mochilas marineras y necessaire.

Las velas que reciben Teo y Ramiro son donadas por personas aficionadas a los deportes náuticos, que se contactan con ellos para hacérsela llegar a la provincia de Córdoba. Con el crecimiento del emprendimiento y las ganas de ir por más, estos jóvenes cordobeses lograron generar alianzas con dos escuelas náuticas de la provincia: la escuela de parapente ubicada en Calera y la escuela de kitesurf que se encuentra en Los Molinos, ambas instituciones acompañan el proyecto mediante la donación de velas en desuso que PEC se ocupara de extenderle la vida útil.

Las velas de kitesurf miden entre cinco y siete metros, tienen una sola capa de tela y de ellas se pueden confeccionar entre seis y siete rompevientos y 15 riñoneras. En el caso de las velas de parapente, las cuales suelen medir aproximadamente nueve metros y se componen de tres capas de telas, las talleristas logran producir, de manera totalmente artesanal , entre 10 y 12 camperas rompevientos. En relación a la confección, Teo y Ramiro explican más sobre el proceso: “Se trata siempre de aprovechar la mayor cantidad de recursos posibles, asegurando la calidad de cada pieza y manteniendo nuestro estándar. Muchas veces sucede que las velas que recibimos, estuvieron a la intemperie o expuestas al sol y esto las deteriora mucho, por eso nos aseguramos de revisar al detalle, cada nueva vela que nos donan”.

Como cada vela es única en cuanto a sus colores y diseño, cada producto también lo es. Si bien hay muchos modelos de rompevientos lisos, también se aprovechan las particularidades de aquellas velas estampadas y se colocan los mismos en la parte frontal para generar una propuesta diferente, más informal y disruptiva en cuanto a la propuesta textil. Las colecciones se van armando en función de las nuevas velas que reciben Ramiro y Teo y esto posibilita contar con diferentes modelos, colores y estampas, que hacen único el diseño de cada producto. En relación a los próximos desafíos, ellos reflexionan: “Nos gustaría hacer capsulas personalizadas para aquellas personas que donan sus velas y quieran comprar los productos que se confeccionan a partir de ese material. Este es un proyecto a futuro que tenemos ganas de encarar. Otra idea es confeccionar colecciones a partir de colorimetría, por el momento estamos en puro desarrollo de producto, como las piezas son únicas, es todo un desafío”.

Si bien todos los esfuerzos están dedicados a la recuperación de las velas de kitesurf y parapente, PEC tiene como propósito reinsertar materias primas, lo cual habilita que, en un futuro cercano, sean otros materiales los que se sumen al emprendimiento. Sobre esta idea, Teo profundiza: “Si nos proyectamos a mediano plazo, nos gustaría adquirir nuevas materias primas, recuperar nuevos materiales. PEC significa Productos de la Economía Circular, el día de mañana podemos sumar nuevas materias primas y está en nosotros el desafío de aprovecharlas. Nuestra idea es reinsertar desechos que nosotros vemos como material aprovechable”. El creador de la marca también menciona que si bien todo proyecto tiene que ser sólido, los comienzos no fueron así e implicaron muchas pruebas de los materiales, rehacer y ajustar la producción para hacerle correcciones. Recalca que, con el correr del tiempo, lograron ganar confianza en el proyecto y en su potencialidad.

En una primera instancia, la marca se lanzó al mercado comercializando bolsos confeccionados a mano y ese fue el puntapié inicial. Con el correr del tiempo, lograron organizarse y sumar la visión comercial al emprendimiento para volverlo más sólido y con posibilidad de crecimiento. Ramiro Martoglio, quien trabaja para potenciar y posicionar la marca explica: “Es todo un desafío desde el lado de la competitividad. Nosotros salimos a vender la idea de la sustentabilidad y la circularidad, más que el producto en sí”.

En relación al impacto, los emprendedores cordobeses comparten que, al momento, llevan recicladas y reinsertadas al mercado, más de 30 velas de kitesurf y parapente y van por más.

Todos los productos se comercializan a través de la página web ww.somospec.com.ar, cuentan con envío a todo el país y atención personalizada en cada venta. Además, los artículos se pueden conseguir en Tiendita Creativa, en la Ciudad de Córdoba, espacio que reúne a más de cien emprendimientos de diseño de toda la provincia y también en la tienda del Hostel Selina de Córdoba.