Una compostera liviana y barata genera triple impacto
La empresa Sitopia lanzó al mercado Potter, un producto para recuperar residuos orgánicos que está hecha por una cooperativa de mujeres con restos de cartelería publicitaria.
Iván Hojman |
agosto 8, 2024

El lanzamiento de una compostera por parte de la empresa argentina Sitopia se transformó en un nuevo ejemplo de triple impacto en el país, ya que es confeccionada por una organización de la economía social con materiales reutilizados y reciclados, y se destaca en el mercado por ser más liviana y barata que el resto.

«De todos los productos que tenemos, este es el más importante. Diseñamos un producto económico, fácil de usar y que cumple con nuestra misión de triple impacto”, explicó a Otra Economía Florencia Gallino, fundadora y directora de Sitopia Argentina.

La idea de la compostera Potter, que lleva el nombre en homenaje a la naturalista y escritora inglesa Beatrix Potter, surgió por la preocupación de sus creadoras por el problema de los residuos orgánicos urbanos, que representan aproximadamente el 49% del total de los residuos generados en los hogares.

“El compost es básicamente la recuperación de todos los residuos orgánicos que se transforman en tierra fértil, es tomar conciencia de toda la basura que generamos. Es un cambio que se puede hacer desde la casa”, resaltó Gallino.

En la actualidad, tan solo el 5% de los residuos orgánicos se composta, mientras que el resto se convierte en basura y genera gases contaminantes que contribuyen al calentamiento global.

“Hay muy pocos lugares donde se ha logrado resolver el tema de la recolección de orgánicos para compostaje como un servicio público. La logística es muy compleja, entonces la forma más rápida y eficiente para atacar esta problemática es hacerlo cada usuario en su casa”, explicó.

Para hacer la compostera, se buscó darle un sentido social ya que se utilizan lonas de carteles publicitarios provistos por la productora Buena, mientras que la elaboración está a cargo de la cooperativa de mujeres Nuevo Comienzo, ubicada en Gualeguaychú, Entre Ríos.

“Una amiga trabaja en una productora y me decía que tenían mucho residuo de la lona publicitaria. Entonces pensamos cómo se podía aprovechar. Luego, otra amiga que es diseñadora textil nos recomendó a la cooperativa de mujeres”, contó Gallino.

Por cada compostera Potter se recupera aproximadamente un metro de lona publicitaria y unas 1.000 tapitas de gaseosas, mientras que ya suman 450 horas de trabajo para la cooperativa de mujeres de Gualeguaychú.

Uno de los diferenciales que buscaron darle a Potter fue el peso y el precio, ya que la mayoría de las composteras disponibles en Argentina tienden a ser costosas, voluminosas y difíciles de transportar.

La compostera, que cuesta $25.000, es “tres o cuatro veces más barata que otras y tiene más o menos la misma capacidad y volumen”, reconoció la creadora.

“Debemos tener productos que sean inclusivos y accesibles para que más gente se pueda sumar a estas prácticas que son tan necesarias”, agregó.

Según sostuvieron desde Sitopia, la compostera busca ser una herramienta educativa que promueva la conciencia ambiental y la gestión adecuada de los residuos orgánicos y llamaron “a no tener miedo, a animarse a compostar”.

“Compostar es una forma de devolverle a la Tierra lo que tanto nos da. Es una de las formas más lindas de conectar con la naturaleza. Un futuro sostenible comienza en casa”, concluyó Gallino.