El avance de la industria de la construcción hacia edificios más sustentables
La construcción tiene un impacto significativo a nivel ambiental, pero algunos actores del sector buscan avanzar e innovar para lograr la sustentabilidad. Expertos analizan los principales avances, tendencias, desafíos y proyectos destacados en todo el mundo que marcan el camino hacia una construcción más respetuosa con el ambiente.
Florencia Tuchin |
abril 11, 2024

La construcción no sustentable tiene un impacto significativo en términos de agotamiento de recursos, contaminación local y cambio climático. Además, puede generar el deterioro de los paisajes, degradación urbana y traer implicancias negativas en las condiciones de vida de las personas.

La demanda de energía y las emisiones del sector de los edificios y la construcción representan más de una quinta parte de las emisiones mundiales. En 2022, un aumento del 1% en las emisiones del sector equivalía a 10 millones de coches más dando vueltas alrededor del ecuador de la Tierra. En 2022, el sector representó el 37% de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía operativa y los procesos. Estos datos son de un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción (Global Alliance for Buildings and Construction, GlobalABC).

Ante esta realidad, algunos actores del sector de las construcción buscan avanzar e innovar para lograr la sustentabilidad. “El enfoque que tiene más desarrollo en la industria es el que se concentró en mejorar la eficiencia energética y disminuir  las emisiones de gases. Esto incluye el uso de aislamiento de alta calidad, sistemas de climatización eficientes y el aprovechamiento de la luz natural.  Además, en países desarrollados se observa una creciente implementación de sistemas que utilizan energías renovables, especialmente la solar y la eólica. Incluso proyectos de nuevos edificios que empiezan a entregar energía a la red en lugar de consumirla”, señala Santiago Tarasido, secretario de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV).

El especialista en Infraestructura Social del Sector de Infraestructura y Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Wilhelm Dalaison considera que la industria de la construcción, en temas de innovación y sostenibilidad, se está centrando mucho en el producto final. “Se pone el foco en que el edificio sea sostenible, pero todavía hay mucho por hacer en el proceso constructivo”, enfatiza.

En cuanto a las modalidades de construcción existe una tendencia creciente relacionada con la construcción off-site para algunos tipos de proyectos. “La construcción modular ha ganado popularidad por su capacidad para reducir el desperdicio de materiales en el sitio de construcción y colaborar en disminuir la duración de los proyectos, lo que a su vez reduce las emisiones de carbono asociadas con la construcción. Pero también se están consiguiendo buenos resultados con mejoras permanentes de gestión, equipamientos más modernos, y herramientas específicas como la adopción de tecnologías de modelización como el sistema BIM que están contribuyendo a mejorar la planificación y ejecución de proyectos sustentables”, agrega Tarasido. 

Para el referente del BID, una forma de avanzar en este camino es fortaleciendo los sistemas de certificación de los edificios, ya que son una manera de medir de manera objetiva si se cumple con las pautas para ser sustentable. Además, destaca el rol de los códigos de construcción y los incentivos.

En relación a las certificaciones, el investigador independiente de CONICET Jorge Daniel Czajkowski considera que el mejor sistema de certificación es EDGE. “Esa certificación tiene como ventaja que cualquier persona puede hacerse certificador. Lo que hay que hacer es leer el manual y entender cómo completar la planilla”, comenta.

El rol de los materiales

Los materiales sostenibles, como el hormigón con bajo contenido de carbono, la madera de fuentes gestionadas de manera responsable y los materiales reciclados, tienen un impacto ambiental menor en comparación con algunos materiales tradicionales. La elección estratégica con enfoque sostenible contribuye  con la reducción de la huella de carbono de los proyectos de construcción y fomenta la conservación de recursos naturales.

Muchos materiales sostenibles tienen propiedades que mejoran la eficiencia energética de los edificios. Por ejemplo, los aislantes ecológicos pueden reducir la necesidad de calefacción y refrigeración, disminuyendo el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Se están desarrollando materiales de construcción que son ligeros, resistentes y renovables, como el bambú, el corcho y materiales reciclados. También se están adoptando nuevos procesos de fabricación, como el hormigón celular curado en autoclave y el sistema steel frame con drywall”, explica Silvina Carrizo y Salvador Gil especialistas Área de Pensamiento Estratégico de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO).

Los principales desafíos

La industria de la construcción enfrenta varios desafíos en su camino hacia un abordaje profundo de estrategias sustentables. Inicialmente, el problema central, especialmente en países no tan desarrollados son los costos iniciales, que son elevados y entorpecen el desarrollo de proyectos sustentables. La implementación de tecnologías sostenibles y materiales ecológicos puede ser más costosa inicialmente. Sin embargo, estas inversiones suelen compensarse a largo plazo mediante ahorros en energía y mantenimiento. “Resulta fundamental que se generen políticas públicas e incentivos económicos concretos y adecuados para fomentar este tipo de proyectos sustentables de forma tal de alinear intereses colectivos para que los cambios realmente ocurran con mayor velocidad”, dice Tarasido.

Sobre los desafíos, Silvina Carrizo y Salvador Gil agregan: “Las regulaciones y normativas relacionadas con la construcción sostenible pueden variar significativamente entre regiones y países, lo que dificulta la adopción generalizada de prácticas sostenibles. Se necesitan estándares y directrices claras y consistentes para facilitar la implementación de proyectos sostenibles en todo el mundo”.

De acuerdo con el especialista de AEV, muchos gobiernos, especialmente en países desarrollados, están implementando regulaciones y normativas que establecen estándares mínimos de eficiencia energética y sostenibilidad para los edificios nuevos y existentes. Esto incluye requisitos para el uso de materiales ecológicos, la reducción del consumo de agua y energía, y la gestión de residuos.

“Es muy importante el rol que juegan los incentivos financieros. Algunos gobiernos ofrecen incentivos financieros como subvenciones, créditos fiscales, y préstamos con intereses bajos para proyectos que cumplan con ciertos criterios de sostenibilidad”, expresa Tarasido.

Los ejemplo globales de construcción sostenible

Los especialistas destacan ejemplos de proyectos de construcción sostenible, que son innovadores porque logran ser más respetuosos con el ambiente, eficientes en términos energéticos y saludables para los ocupantes. Los casos señalados demuestran cómo la integración de tecnologías y prácticas sostenibles puede resultar.

Czajkowski destaca con énfasis el caso de la Academia Mont Cenis-Herne, ubicada en Alemania. Lo considera un ejemplo significativo porque es un edificio concebido bioclimáticamente. El proyecto se localiza en la boca de una mina de carbón abandonada muy degradada ambientalmente y en vías de desaparición. “En este escenario poco favorable se decide llamar a concurso internacional en 1990 para construir un edificio sustentable y significativo que no sólo retenga población, sino que la atraiga. Este emprendimiento es considerado el primer ‘edificio energía plus’, ya que en conjunto genera más de lo que consume. Por otra parte, esta ‘usina’ no tiene la imagen esperable al tipo edilicio, sino la de un edificio contemporáneo vidriado, construido con materiales no convencionales”, explica.

Otro ejemplo destacado por los especialistas es Bosco Verticale (Bosque Vertical), ubicado en Milán, Italia. Este proyecto consiste en dos torres residenciales que integran más de 900 árboles y miles de plantas en sus fachadas, creando un «bosque vertical» que ayuda a mitigar la contaminación, promueve la biodiversidad y mejora la calidad del aire urbano. La integración de vegetación en el diseño arquitectónico es innovadora y demuestra cómo los edificios pueden contribuir al medio ambiente.

The Edge, en Ámsterdam, Países Bajos, también fue señalado como modelo por distintos especialistas. Se trata de un edificio de oficinas, considerado uno de los más sostenibles del mundo, con una calificación BREEAM de «Excepcional». Destaca por su uso extensivo de tecnología inteligente, energía solar y un sistema de recolección de agua de lluvia para maximizar la eficiencia energética y el uso de recursos.

Masdar City es un proyecto de ciudad planificada en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, que tiene el objetivo de ser una de las ciudades más sostenibles del mundo, utilizando energía solar, edificios de alta eficiencia energética y un sistema de transporte público sin emisiones. Su misión es ser auto abastecida en términos energéticos. 

Otro edificio comercial destacado es el Bullitt Center, en Seattle, Estados Unidos. Es un edificio de oficinas que produce toda la energía que consume a través de paneles solares y utiliza sistemas de recolección de agua de lluvia para satisfacer sus necesidades de agua.

Shanghai Tower en China es el segundo edificio más alto del mundo, que utiliza turbinas eólicas en su techo para generar energía, una fachada de doble capa para mejorar la eficiencia energética y sistemas de recolección de agua de lluvia.

En Australia se destacan el Pixel Building de Melbourne y el One Central Park de Sidney. El primero es un edificio de oficinas que ha logrado la calificación máxima de Green Star, destacando por su diseño que maximiza la luz natural, su sistema de recolección de agua de lluvia y su cubierta verde que reduce el efecto de isla de calor urbano. El segundo es un desarrollo residencial, que cuenta con un diseño arquitectónico que incluye una fachada cubierta de plantas y un sistema de riego automático alimentado por agua reciclada. Además, el proyecto utiliza paneles solares, sistemas de captación de agua de lluvia y tecnologías de eficiencia energética para minimizar su huella ambiental.

The Crystal, en Londres, Reino Unido es un edificio de uso mixto y funciona como un centro de exhibiciones y conferencias sobre sostenibilidad. Utiliza tecnologías avanzadas de eficiencia energética, sistemas de gestión inteligente de edificios y materiales de construcción sostenibles para reducir su huella ambiental y promover prácticas de construcción sostenible a nivel mundial.

MediaTIC, en Barcelona, España es un foro ciudadano de encuentro, aprendizaje y puesta en práctica de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. El edificio diseñado por Enric Ruiz Geli, es un cubo elevado, cuya planta baja se deja abierta como un espacio concebido para la comunicación pública. Una particularidad es el material de la envolvente -Ethilene Tetrafluor Ethilene-, que contribuye a la eficiencia energética.

“En Argentina sin dudas hay que destacar el edificio de la Casa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, construido por CRIBA y proyecto de Foster and Partners, un edificio innovador, que no requiere aclimatación de aire durante seis o siete meses del año, y se convirtió en el primer edificio público del país en obtener certificación LEED GOLD”, dice Tarasido.

Hoy, los edificios sustentables deben ser diseñados para ser flexibles y adaptables a cambios futuros, ya sea en términos de uso del espacio o de actualizaciones tecnológicas. Considerar el impacto ambiental de un edificio a lo largo de todo su ciclo de vida, desde la construcción hasta la demolición, puede conducir a decisiones más sostenibles en términos de materiales, diseño y operación.

 

 

Esta nota fue producida con el apoyo de Batev