Cambios en la política de reciclaje en Buenos Aires: ¿Continúan o no los Puntos Verdes?
La Ciudad de Buenos Aires, otrora pionera en reciclaje inclusivo, pone en riesgo años de avances en educación ambiental y concientización ciudadana con el cierre de Puntos Verdes.
Dafna Nudelman |
abril 4, 2024

Mientras aumenta en la población la conciencia sobre la importancia del reciclado y el interés por la economía circular, en la Ciudad de Buenos Aires, que supo ser reconocida por sus iniciativas ambientales y de reciclaje inclusivo, se está dando un proceso de desmantelamiento de la infraestructura que le facilitaba al ciudadano la separación de residuos. Sin aviso ni comunicación formal de ningún tipo, la primera semana del 2024 se cerraron 26 de los 41 Puntos Verdes que había en la ciudad, dejando sin trabajo a más de 45 personas y a los vecinos sin alternativas para la gestión responsable de sus residuos.

Un poco de historia

En el año 2005 se sancionó en la Ciudad la Ley N°1854, conocida como la Ley de Basura Cero. La legislación sentó las bases de una Gestión de Residuos Urbanos responsable, y propuso la progresiva reducción de la cantidad de basura que se enterraba a través del crecimiento de las industrias del reciclado y la reducción en la generación de residuos. 

Las metas fijadas por esa ley estuvieron siempre lejos de cumplirse y el progreso fue lento y accidentado. Recién en el 2013, se empezó a proponer un incipiente sistema de recolección diferenciada para los vecinos: junto con la contenerización para los residuos húmedos, se empezaron a instalar, sin prisa, campanas verdes para residuos reciclables en toda la ciudad. Con serios problemas de diseño y sin campañas de educación ambiental que acompañen el proceso, estos primeros contenedores fueron un fracaso en el plan de recolección diferenciada. 

La Ciudad avanzó luego con otra estrategia, los puntos de entrega voluntarios con atención. Ubicados en las plazas, en 2014 se inauguró el primer Punto Verde. Desde el comienzo fueron 32 Puntos Verdes en toda la ciudad. En la mayoría de los casos, estos puntos tuvieron una buena recepción por parte de los vecinos, que acercaban sus reciclables, sus residuos electrónicos y otros residuos peligrosos y especiales.

En estos 10 años el sistema de Puntos Verdes creció y se diversificó. En el año 2021, para sorpresa de muchos, los Puntos Verdes además de ser receptores de reciclables, sumaron el programa “Jueves de Orgánicos”, ofreciendo a los vecinos un punto de recepción de residuos orgánicos que iban a la pequeña planta de compostaje municipal que tiene la ciudad. Junto a esta política, en muchos Puntos también se instalaron composteras comunitarias. Muchos vecinos que no podían compostar en su casa, adoptaron el hábito de guardar sus residuos orgánicos en la heladera, para llevarlos luego al Punto Verde.

Todo este lento progreso de educación ambiental y concientización ciudadana, que lejos estaba de llegar a todas las personas, se ve truncado ahora con la política de la nueva gestión de la Ciudad de Buenos Aires.

Silencio e incertidumbre

El día 2 de enero, se actualizó la página oficial de los Puntos Verdes:  pasó de 41 puntos a listar sólo 15, uno por comuna. Estas primeras semanas del año, los vecinos que se acercaban a la mayoría de los Puntos Verdes de su plaza, los encontraban cerrados y sin ningún tipo de anuncio. Sin saber qué pasaba, muchos asumieron que se tomaron vacaciones (y por algún motivo no se coordinó ningún reemplazo). 

A pesar de que no se emitió ningún comunicado en las redes sociales del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, ni hubo ninguna declaración al respecto de parte de los funcionarios responsables sobre el cierre de los Puntos Verdes, empezó a circular algo de información boca a boca, a partir de los testimonios de operadores y los vecinos: a fines de diciembre, 45 personas del programa habían sido despedidas de un día para el otro, sin más explicación ni aviso.

El 30 de diciembre, por mensajes privados, se difundió este comunicado: 

“Me llamo Erika, hasta ayer, la operadora del Punto Verde de Plaza Colombia. En el día de ayer terminaron abruptamente no solo con los contratos de casi 30 compañeros y compañeras de los Puntos Verdes incluido el mío, sino con la planificación estratégica de reciclado que venimos creando desde la existencia de los puntos verdes. La idea es que ahora solo haya un punto verde por cada comuna, entorpeciendo la gestión de los reciclables y residuos especiales que ya de por sí, eran difíciles de disponer. Mis compañeros y yo, entramos al Gobierno de la Ciudad gracias a distintas convocatorias en redes sociales, nos ganamos nuestros lugares pasando entrevistas como todo el mundo, trabajamos días de lluvias, tormentas, con 40 grados de calor y aveces sin luz y agua, sin Insumos de limpieza, con olores desagradables y manipulando materiales peligrosos sin protección. Sólo cerrando en casos de fuerza mayor o por órdenes de superiores. Nuestro regalo de fin de año, un despido. Basta de mentirle a la gente derrumbando proyectos ambientales que no son mérito de ustedes, haganse cargo de las casi 100 familias que dejaron sin trabajo en el Ministerio de Ambiente. Sepan que vamos a pelear por lo nuestro.”

Al enterarse de esta situación, los vecinos y activistas, iniciaron también una campaña para juntar firmas. La petición en change.org, que hoy exige la continuidad de todo el programa, fue iniciada el 11 de enero por vecinos de Plaza Irlanda al enterarse que el suyo era uno de los que sería eliminado. (link

“El Punto Verde es un recurso valioso en nuestra comunidad. Según datos del Gobierno de Buenos Aires (2019), los Puntos Verdes han logrado recolectar más de 5.000 toneladas de residuos reciclables en un año. Esto demuestra el impacto positivo que estos espacios tienen en nuestras ciudades”, escribe Florencia Marco.

A lo largo de enero y febrero, la información publicada en el sitio web sobre los Puntos Verdes que permanecían abiertos, cambiaba cada semana, y las redes sociales oficiales del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, seguían sin emitir ninguna comunicación al respecto de la continuidad de los Puntos Verdes. 

Frente a los reclamos directos de los vecinos, la recomendación oficial fue promover el uso de los contenedores verdes en la vía pública para la disposición de los reciclables. Sin embargo, esta no es una alternativa que pueda reemplazar la función de los Puntos Verdes. Así lo explica Camila, operadora del Punto Verde de Parque Saavedra: “Es muy complicado. El contenedor verde es para residuos reciclables básicos, papel, cartón, plásticos. Pero hay que tener cuidado de no contaminar el material de otros vecinos. No se pueden llevar al contenedor verde aceite, ni pilas, ni cápsulas de café, ni electrónicos. El único lugar que recepciona estas cosas son los Puntos Verdes”

Movimientos que generan reacción

Frente a este escenario de incertidumbre y desidia, varios grupos vecinales reclamaron por todos los medios a las autoridades comunales y municipales. Al mismo tiempo, los operarios despedidos y sus compañeros, dieron su batalla también para sostener los puestos de trabajo. 

Estos movimientos conjuntos lograron que a mediados de febrero, se decidiera suspender el cierre de seis Puntos Verdes. Nuevamente esto se hizo sin ningún tipo de comunicación oficial, la información sólo circuló de boca en boca a través del diálogo de los operarios y los vecinos, y a partir de referentes comunales que lo comunicaron de forma privada.

Al momento de escribir esta nota, en la web figuran operativos 21 de los 41 Puntos Verdes que teníamos a fines de 2023. Con este último cambio, en vez de sostener un punto en cada una de las 15 comunas de la ciudad, hay 6 comunas que cuentan con dos Puntos Verdes en diferentes plazas (comunas 5,6,10,11,12,13). 

Los vecinos de aquellas seis plazas extras cuyo Punto Verde a mediados de febrero volvió a funcionar, estamos aliviados. Diferente e incierto es el escenario de los vecinos de las 20 plazas que aparentemente no tendrán continuidad. Los contenedores siguen ahí, pero totalmente abandonados: “Los contenedores de Parque Rivadavia y Centenario siguen estando en el mismo lugar pero sin atención ni limpieza del mismo. Los vecinos dejan sus residuos en estos pero no hay nadie que vacié los mismos, esto genera montañas de basuras atrayendo todo tipo de olores y roedores” dice un comunicado de vecinos de Caballito.

¿Tendrá la Ciudad de Buenos Aires políticas públicas para otra economía?

Durante los más de 15 años que llevo como activista y profesional de la economía circular, y habiendo trabajado brevemente también en el sector público, acumulé muchos reclamos, propios y ajenos, sobre la gestión de reciclables de la Ciudad. Mentiría si dijera que los Puntos Verdes son perfectos. Tengo bien claro que tenían horarios de atención inconsistentes y deficiencias operativas. Siempre empujé para que el sistema sea mejor y más completo.

Pero tampoco puedo negar que a pesar de sus desafíos, a nivel país y a nivel regional, Buenos Aires desde hace muchos años lleva la vanguardia de estos temas. Supo ser reconocida internacionalmente por el impacto social de su programa de reciclaje inclusivo, por ser la primera ciudad, y una de las pocas, en incorporar oficialmente la participación de recuperadores urbanos en el Sistema de Recolección Diferenciada (paper, nota 1, nota 2). 

Restaba mucho trabajo por hacer y mejorar, pero podíamos reconocer que era el camino correcto. La eliminación o reducción drástica de los Puntos Verdes es sin dudas un retroceso en este sentido.

Para la mayoría de los vecinos conscientes de la ciudad, acercar sus residuos reciclables y especiales a un Punto Verde ahora implica un esfuerzo mayúsculo. Muchos dejarán de separar reciclables o disponer sus residuos especiales de forma responsable. Probablemente sean pocos aquellos que puedan y decidan acercarse a pesar de la distancia. Esta política le exige al vecino redoblar la energía, el tiempo y la dedicación para hacer una gestión responsable de los recursos.  

Si bien en el contexto de todas las peleas que se están dando a nivel país, tanto teóricas y culturales, como aquellas concretas y materiales, parece un problema menor enfocarse en la incomodidad del vecino por eliminar algunos Puntos Verdes, la preocupación no es sólo por esta política pública en concreto, sino por lo que representa que esta sea la primera política ambiental que toma la nueva gestión en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Marca una dirección y una intencionalidad muy diferente a la anterior. Dejar sólo un Punto Verde por comuna sea probablemente sólo el primer paso del plan para eventualmente discontinuar el programa completo.

Los Puntos Verdes no solo representan la infraestructura física necesaria para la gestión adecuada de nuestros residuos, sino que también son un símbolo. Representan una visión de construcción de comunidad y acerca la educación ambiental a los vecinos.

Si bien sabemos que reciclar es sólo una forma de mitigar un daño mayor (porque lo mejor sería reducir y evitar esos residuos), lo cierto es que el reciclado y la disposición responsable de los residuos peligrosos, es la puerta de entrada para muchas personas, lo primero que hacen en su camino de concientización como consumidores y ciudadanos más responsables. 

Espacios como los Puntos Verdes, que brindan educación y facilitan el reciclaje al vecino, son fundamentales, no sólo porque aportan material a la industria del reciclado, que es importante, sino porque esta participación activa va más allá de simplemente separar los residuos en casa. Acercarnos al Punto Verde nos invita a cuestionar y repensar nuestros hábitos de consumo en general, y la construcción de este cambio cultural es fundamental para que como sociedad dejemos atrás las ideas de la economía lineal y nos acerquemos cada vez más a la economía circular.