De quedar libre en el Secundario a fundar una ONG que educa para prevenir el maltrato infantil
Heriberto Roccia era buen alumno, pero bastante inquieto. Mientras cursaba la Universidad, viajó con su novia a hacer un voluntariado en Santiago del Estero, que los confrontó con la realidad del maltrato infantil. Juntos decidieron crear Escuelas Dignamente, donde no sólo los chicos menores de tres años reciben contención y educación, sino también sus padres herramientas para mejorar la crianza
Gabriela Ensinck |
diciembre 21, 2023

En su paso por la escuela secundaria, el cordobés Heriberto Roccia cosechó buenas notas y muchos amigos, pero quedó libre por cuestiones de conducta. Ya en la universidad estudió dos carreras: Contador Público y Licenciatura en Administración. Y allí conoció a Sol Scheurer (hoy su esposa y socia), con quien viajó a hacer trabajo voluntario a una comunidad rural de Santiago del Estero, en 2015.

“Apenas llegamos conocimos a Mirta, una mamá que nos pedía ayuda para ella y su hijo Santiago de dos años, con retraso madurativo. Nosotros le habíamos llevado un juguete de regalo, pero no quiso recibirlo. Lloraba todo el tiempo. Su mamá nos contó que tanto ella como su hijo eran víctimas de violencia por parte de su pareja. Nos fuimos muy abrumados, pensando que Santiago no iba a tener posibilidades para desarrollarse en plenitud”, cuenta Heriberto. La historia de ese niño fue lo que disparó en la joven pareja las ganas de hacer algo por él y por otros miles de chicos.

Las consecuencias del maltrato en la primera infancia son devastadoras, ya que alteran el desarrollo del cerebro y repercuten en el crecimiento físico, cognitivo, emocional y social. Este drama se da en todas las clases sociales, Sin embargo, en los hogares más vulnerables las familias y los chicos tienen menos herramientas para enfrentar la situación.

“El maltrato, que puede ser tanto físico, psíquico, o simplemente desidia o falta de atención, tiene más repercusiones en los primeros tres años, que es cuando se forma el cerebro”, dice Heriberto. “Es por esto que decidimos poner allí el mayor esfuerzo al crear Escuelas Dignamente”.

Se trata de un espacio de contención gratuito para niños hasta los tres años, similar a una guardería infantil, donde la condición para poder llevarlos es que los padres deben asistir también una hora y media por semana. Por esta iniciativa, recibieron el premio “Abanderados 2023” que otorga la Fundación Noble, tras ser el proyecto más votado por el público.

“Contamos con un equipo de psicólogas y docentes preparadas para contener a los niños y también a sus madres, padres o cuidadores. La condición para tener un cupo en la escuela es que vengan a las reuniones”, explica el fundador de Dignamente.

“Allí buscamos un cambio de hábitos, conversando de cuestiones cotidianas. Una mamá nos contó que frente a los berrinches de su hija, siempre venía el cachetazo o el tirón de pelo, y ahora busca distraerla con otra cosa. Y un papá nos dijo que solían irse a dormir con la tele prendida y ahora dos veces por semana lee un cuento con sus hijos. Son pequeños cambios, pero es un montón”, afirma Heriberto.

Educación emocional para la dignidad

Hoy la Fundación Dignamente tiene cuatro escuelas: una en Río Cuarto, Córdoba y tres en Santiago del Estero: Quimilí, Colonia Weisburd y Campo Gallo. Allí trabajan unas 120 personas entre voluntarios y profesionales, y atienden a unas 140 familias. La organización se financia con pequeños aportes (desde $ 800 mensuales) y contribuciones filantrópicas de empresas.

“Tener un hijo no te convierte en buen padre o madre. Hay muchas cosas que necesitamos aprender. Nosotros nos enfocamos en aquellas familias que a lo mejor tienen un plan (de ayuda social) o una tarjeta para comprar alimentos, pero no tienen las herramientas o la contención emocional para criar a sus hijos en medio de inmensos problemas, como pueden ser casos de abuso o adicciones. A veces no se trata de violencia o de castigos, simplemente de negligencia. Vemos en los barrios que los chicos están en la calle a la noche muy tarde, sin que ningún adulto se esté ocupando de ellos. Son cosas de las que conversamos en los talleres, con las mamás, papás, abuelas y tías que vienen”.

“Acá les brindamos un espacio gratuito donde dejar a sus hijos contenidos y cuidados con mucho amor, mientras salen a trabajar o a hacer una changa.  Y a cambio les pedimos que compartan una hora y media a la semana de su tiempo para participar de los encuentros educativos que la fundación organiza”, reitera Heriberto.

En estos encuentros, no se brindan pautas teóricas de “crianza exitosa”, sino que mediante estrategias integradoras, lúdicas y participativas, se aprenden nuevos hábitos. Además de estos encuentros grupales, las familias cuentan con un espacio individual de escucha mediante terapia psicológica profesional.

“Nos gustaría abrir más Escuelas Dignamente, en espacios como clubes, comedores comunitarios o parroquias. Recibimos consultas de muchos lugares del país, y queremos inspirar a otros para que repliquen esta tarea. Ojalá todas las guarderías, jardines de infantes y escuelas tengan esta mirada. Tenemos que educar a los chicos para que puedan crecer sanos y desarrollarse, pero también tenemos que educarnos como padres”, sostiene.

Ley Lucio: Una normativa para prevenir y detectar a tiempo el maltrato infantil

En abril de 2023 el Congreso Argentino sancionó la Ley Lucio, para la promoción y protección de los derechos de la niñez y la adolescencia. La normativa, cuyo nombre homenajea al niño de cinco años Lucio Dupuy, muerto tras una brutal golpiza por su progenitora y su pareja en noviembre de 2021, fue reglamentada y entró en vigencia en julio de 2023.

Por este crimen, fueron juzgadas y condenadas a cadena perpetua su progenitora, Magdalena Espósito Valenti, y la pareja de ésta, Abigail Páez.

La Ley Lucio establece un plan federal de Capacitación sobre Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de carácter continuo, permanente y obligatorio destinado a empleados y funcionarios de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en todo el país.

Uno de los artículos de la ley plantea la protección de los denunciantes en los casos de posible vulneración de los derechos de niños o adolescentes, procurando «la reserva de identidad del denunciante y la protección de su integridad».

También enfatiza el deber de comunicar una vulneración o amenaza de derechos y el deber de recibir y tramitar una denuncia por parte del Estado. Y prevé la elaboración de campañas de concientización  sobre los derechos de niños y adolescentes y la detección y prevención de distintas formas de violencia

7 de cada 10 chicos argentinos padecen castigos violentos

En Argentina, los métodos de disciplina violenta, que incluyen castigos físicos y maltrato psicológico, afectan a siete de cada 10 chicos y chicas de entre dos y cuatro años, según el estudio global “Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes” difundido a fines de 2017 por UNICEF.

Uno de los capítulos del estudio analiza la utilización de métodos de disciplina violentos. En Argentina, más del 95% de los adultos cree que los chicos y chicas no deben ser castigados físicamente. Sin embargo, en el 70% de los hogares se utilizan métodos de disciplina que incluyen violencia física o verbal, tales como el zamarreo, chirlos, cachetadas, golpes y gritos. De hecho, en el 63% de los hogares se utiliza la agresión verbal, en el 40% el castigo físico y en un 10% castigos físicos severos.

Para el segmento de niños de dos a cuatro años, Argentina se encuentra levemente por debajo del promedio global, con un 54,4% de castigo físico, un 62,5% de agresión verbal y un 72,9% de cualquier práctica de disciplina infantil violenta.

En relación al uso de disciplina infantil violenta contra niños de dos a cuatro años, Argentina (72,9%) se encuentra dentro de la media, cercano a países de la región como México (69.9%).  En Haiti, Jamica y Trinidad y Tobago más del 80% de los adultos apela a este tipo de acciones. En el otro extremo de la tabla regional están países como Uruguay (60%), Costa Rica (55%), Panamá (50%) y Cuba (35%).

En el marco del lanzamiento del estudio global, UNICEF presentó una campaña de sensibilización identificada con el hashtag #FinALaViolencia y una Guía práctica para evitar gritos, chirlos y estereotipos destinada a padres, madres y adultos/as  cuidadores/as.