Intervención: Julieta de la Cal
Líder juvenil activa por la inclusión laboral de personas con discapacidad
Andrés Manuel Rovira busca garantizar el acceso a mejores oportunidades laborales para las personas con discapacidad en Santa Marta, Colombia. A través de su activismo en redes sociales y organizaciones juveniles, reclama por los derechos de empleo e inclusión de este grupo vulnerado.
Por Rubén D. Martínez (Colombia)

Andrés Manuel Rovira es un activista que busca garantizar el acceso a mejores oportunidades a las personas con discapacidad y sus familas. El líder juvenil, que tiene una discapacidad cognitiva, vive en Santa Marta, una ciudad caribeña al norte de Colombia. “En la actualidad, realizo videos motivacionales y doy conferencias en barrios vulnerables. Además, comparto mis conocimientos en el colegio donde me gradué, el Liceo Celedón”, dice el ex miembro de Plataforma Distrital de Juventudes (espacio de encuentro de organizaciones y experiencias colectivas de participación social, política y cultural de jóvenes).

Rovira se apoya en las redes sociales y en su liderazgo en Global Shapers Santa Marta para alzar su voz por mejores oportunidades laborales en la comunidad local. Global Shapers Community es una iniciativa del Foro Económico Mundial. Se trata de una red global de jóvenes líderes entre 18 y 30 años, que tienen el objetivo de impactar positivamente en sus comunidades.

“Busco que con mi activismo se cumplan las políticas de inclusión laboral a nivel distrital, y además, que las personas con discapacidad seamos escuchadas y no discriminadas”, dice el referente social. Uno de los reclamos que lidera es el del derecho a un empleo y a una vida digna.

Colombia es el segundo país más desigual de Latinoamérica

Según el informe del Banco Mundial Hacia la construcción de una sociedad equitativa en Colombia, el país tiene uno de los niveles más altos de desigualdad de ingresos en el mundo; el segundo más alto entre 18 países de América Latina y el Caribe (ALC), y el más alto entre todos los países de la OCDE. En efecto, Colombia es un país que ha sido históricamente desigual y discriminatorio. Sin embargo, esta realidad es más evidente en las regiones periféricas colombianas, donde la situación se agudiza.

Las desigualdades regionales en Colombia son más de dos veces más altas que aquellas de los países de la OCDE. De ahí que, la desigualdad, se ha sumado al clasismo y a la discriminación, a grupos poblacionales como a los afrocolombianos, LGBT, campesinos, e indígenas y a las personas con discapacidad que han sido invisibilizadas por décadas.

La inclusión laboral de personas con discapacidad: un reto pendiente

El censo de poblaciones del 2018 estableció que en Colombia el 7,3% de la población tiene una discapacidad. Eso equivale a 3.134.037 personas. Esa es la cifra oficial en Colombia. Sin embargo, hay que mencionar que existen otros registros. Por ejemplo, el Departamento Nacional de Estadística (DANE), entidad del Estado, maneja una cifra distinta. En su más reciente informe sobre el mercado laboral colombiano, dejó en evidencia un gran reto: aún hay que trabajar en incorporar a la población en condición de discapacidad dentro del mercado laboral nacional. Según el informe, entre junio y agosto de 2023, de los 2.337.127 de personas con discapacidad que viven en Colombia, 2.082.391 tienen la edad para trabajar (89,1%), sin embargo, solo 435.000 (21,5 %) tuvieron empleo o están trabajando. A pesar de que la cifra es baja, en comparación con el mismo trimestre del año anterior (362.000) hubo un incremento de 129.000 personas con discapacidad, que están trabajando.

Hace 7 años, el gobierno estableció un decreto que establecía un porcentaje de vinculación laboral de personas con discapacidad en el sector público y en el 2018 se buscó establecer incentivos en los procesos de contratación a las empresas que tuvieran vinculadas personas con discapacidad. En efecto, las normativas legales están escritas, en el papel, sin embargo, no se efectivizan.

Entonces, ¿cuáles serían los factores que impiden la inclusión laboral de las personas con discapacidad intelectual en Colombia? “Uno de los principales desafíos que afrontan estas personas es la educación”, dice Mónica Cortés Avilés, directora de Asdown Colombia, que es una organización civil que lleva 18 años en el país trabajando por la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad.

“Lo cierto es que las oportunidades laborales no se dan o se dificultan por el tema educativo. Hoy muchas personas con discapacidad intelectual están fuera del sistema educativo”, agrega Cortés Avilés. De acuerdo con la referente, aún predomina el Modelo Médico Rehabilitador. Es decir, aún se mantiene la creencia de norma o ‘anormalidad’. “Por esta razón, cuanto más rehabilitada se encuentre la persona, más integrada podrá estar a la sociedad”, explica.

A pesar del contexto, Asdown Colombia cuenta con casos exitosos. “El Gobierno de Bogotá, por ejemplo, ha contratado a dos personas con discapacidad intelectual. Uno de ellos, ya lleva nueve años trabajando con la Secretaría de Integración Social. Hace un año, otro joven entró a trabajar como auxiliar de oficina en la Secretaría de Gobierno”, relata Cortés Avilés.

En la misma línea, La Fundación Corona, en un pronunciamiento a finales del 2022, divulgó que cerca del 60% de la población con discapacidad no tiene ningún tipo de educación. Sin duda alguna, acceder a un empleo digno se dificulta cuando muchos empleadores actualmente exigen el título de bachiller para puestos de trabajo que no lo requieren.

La directora de Asdown Colombia compartió un ejemplo: en una convocatoria para recoger pelotas en una cancha de fútbol, el primer requisito era ser bachiller. Muchos no accedieron a este trabajo por no tener el título.

Iniciativas que promueve un cambio local y regional

El escenario local es igualmente crítico. Andrés Rovira, que trabaja por cuenta propia, busca mejores oportunidades para él y la comunidad que representa. “Solicitó al gobierno local (Santa Marta) que cumpla efectivamente con las políticas de inclusión laboral para las personas con discapacidad. Estas políticas no se cumplen o se cumplen muy poco, lo que nos deja en una situación de desventaja”, dice Andrés, y añade: “No somos escuchados porque el gobierno no tiene en cuenta nuestras necesidades. Se utiliza el tema de la discapacidad para generar discursos políticos, pero no nos garantiza los derechos que nos corresponden”.

Con su frase de: “si se puede”, Andrés lleva consigo un mensaje muy bonito a la comunidad”, dice Estefanía Pitre Charris, curadora de Global Shapers Communiy Santa Marta Hub. En esa misma línea, añade: “En diciembre participará en una conferencia con niños, niñas y adolescentes de un resguardo indígena de la ciudad, en la que hablará sobre su liderazgo, el emprendimiento y la importancia de trabajar duro para alcanzar los objetivos”.

Sin duda el compromiso de “Andy”, como lo llaman cariñosamente sus amigos y amigas, ha sido incondicional. Él reparte su tiempo como: repartidor domiciliario, emprendedor en el sector de la perfumería y activista de liderazgo.

Para el 2024, el equipo de Santa Marta de Global Shapers Community, incluido Rovira, se enfrentará a un nuevo desafío. Ellos ganaron una subvención de 5.000 dólares de la Organización Climate Reality Project para realizar el proyecto «El Gran Azul: Guardianes del Manglar». Este proyecto busca proteger el medio ambiente en Santa Marta a través de jornadas de escucha activa, capacitaciones, recolección de residuos y siembra de manglares. Está compuesto por actores de la sociedad civil, el sector público y el sector privado. Santa Marta fue uno de los siete ganadores del Desafío de subvenciones para proyectos climáticos 2023, siendo el único ganador en América del Sur.

Andrés trabajará con población infantil, con y sin discapacidad, de una comunidad local vulnerable en temas de concientización sobre la protección y cuidado del medio ambiente. “Este proyecto es el mejor de los escenarios para mostrar que una persona con discapacidad cognitiva puede desempeñarse como líder siempre que se den la oportunidades”, dice Estefanía Pitre.