El océano cubre más del 70% del planeta y alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra, pero más del 80% no está cartografiado ni explorado. Los océanos y sus costas también alojan un patrimonio cultural de singular valor. Son las evidencias materiales de las personas que habitaron, transitaron y navegaron los ambientes costeros, marinos e insulares a través del tiempo. Comprende todos los rastros de vida humana localizados en sus costas o bajo el agua y que son significativos a nivel cultural, histórico o arqueológico para las comunidades locales y nuestro país.

El patrimonio cultural que se encuentra en los fondos y costas del mar territorial argentino está protegido por la legislación nacional y de las provincias costeras. Además, en 2010 la Argentina aprobó la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO, que promueve su preservación in situ y se opone a la explotación comercial.

“Poca gente sabe que el mar argentino contiene una gran cantidad de restos de embarcaciones, estructuras portuarias, artes de pesca y otros elementos que las generaciones que nos precedieron utilizaron desde hace siglos. Pero este patrimonio no está exento de riesgos, ya que está expuesto a una serie de amenazas vinculadas con procesos naturales pero sobre todo con conductas y actividades humanas. La Argentina tiene leyes que protegen este patrimonio, especialmente la que aprueba la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático. Pero sólo con leyes no basta. Es necesario avanzar en distintos frentes: investigación científica, gestión, educación y participación ciudadana. Cuantas más personas tomen conciencia del valor y la importancia de este patrimonio y se involucren en su cuidado y preservación, más podremos disfrutar y aprender de él”, explica Cristian Murray, investigador del equipo de arqueología subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano y Coordinador de la campaña Mar de Historias.

Mar de Historias busca sensibilizar y dar a conocer las riquezas culturales y las historias que se encuentran a lo largo de sus costas y sectores sumergidos. Es promovida por las provincias de Buenos Aires, Chubut, Rio Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano y la Administración de Parques Nacionales.

La campaña Mar de Historias construyó buenas prácticas dirigidas al público general, referidas a qué se debe hacer en caso de encontrar restos antiguos cuando se recorre la costa o se bucea. Aquí los seis pasos a seguir:

Paso 1: Si estás recorriendo la costa o buceando y encontrás restos antiguos, mantené todo en su lugar. No remuevas ni levantes nada. Preservar la posición y ubicación precisa entre los hallazgos es fundamental para evitar su deterioro y no perder información.

Paso 2: Registrá la ubicación precisa con el GPS de tu celular o tomando referencias respecto a puntos fijos o lugares conocidos de la costa.

Paso 3: Tomá fotos o videos de los hallazgos; poné al lado un objeto de tamaño conocido, como por ejemplo una lapicera, que sirva como referencia de sus dimensiones.

Paso 4: Respetá la flora y la fauna asociadas a los hallazgos para preservar la biodiversidad y no dañar los restos materiales.

Paso 5: Informá del hallazgo a la autoridad competente utilizando este formulario.

Paso 6: Mantené reserva sobre el hallazgo para evitar que sean extraídos por coleccionistas o vandalizados.