¡Hola! Cada año, durante el día del padre, pienso en lo absurdo que es que en Argentina la licencia por paternidad sea de dos días. Y aún peor si el nacimiento cae fin de semana, los hombres no se pueden tomar ningún día por ley. Hace más de un año, el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad y el Ministerio de Trabajo presentaron el proyecto “Cuidar en Igualdad”, que propone ampliar las licencias, pero aún no hubo avances al respecto.
Deuda pendiente: en la región predominan las licencias cortas por paternidad
Hace dos meses, Gabriel Hakim veía nacer a su hijo, Thiago. Con su esposa, tenían una cesárea programada para un viernes y los tres se fueron del sanatorio un lunes. Estuvieron internados tres noches y cuatro días. Por ley, a Gabriel no le correspondía tomarse días para cuidar a su hijo, que nació un fin de semana. La empresa para la que trabaja tiene la política de dar 10 días de licencia por paternidad. “Si yo hubiese tenido que volver a la oficina dos días después del nacimiento, hubiésemos tenido que pedir ayuda a una tercera persona”, cuenta Hakim. Y agrega: “Todo el primer mes requirió de la presencia permanente de los dos. Tuvimos muchos controles médicos y tenía que pedir permiso constantemente para salir de la oficina”.
La licencia por paternidad, de acuerdo con la ley, es más corta que un fin de semana largo. Con tan poco tiempo, ¿qué tipo de vínculos se pueden crear? ¿Qué oportunidad se le da a la corresponsabilidad de tareas?
En el marco del día del padre, ELA presentó la campaña “Recuerdo de mi licencia por paternidad”, para poner en debate y mostrar lo insuficiente que es la ley en este momento, en temas de licencias por paternidad y tiempo de cuidados. “El esquema vigente tiene 49 años y es hora de que la ley se ajuste a las necesidades de cuidado que tiene nuestra sociedad y responda a los compromisos asumidos por el Estado en distintos pactos y tratados internacionales. No podemos seguir postergando una reforma que es clave para promover una mayor corresponsabilidad en los cuidados entre varones y mujeres y una mayor igualdad de género en consecuencia”, explica Delfina Schenone Sienra, responsable del Área de Políticas de ELA.
Las licencias de paternidad extendidas son necesarias porque brindan tiempo para cuidar que es algo imprescindible durante los primeros meses de vida de una persona, pero también al inicio de un vínculo familiar al momento de adopción. Ese tiempo se necesita para desarrollar vínculos afectivos, para que los padres puedan conocer a sus bebés, entender qué necesitan y aprender a responder a esas demandas y reacomodar dinámicas familiares.
“A cuidar se aprende y como todo aprendizaje requiere de tiempo, de práctica, de prueba y error y para ello es vital contar con tiempo. La evidencia muestra además que ese primer tiempo es clave para asegurar una futura corresponsabilidad en los cuidados que es tan necesaria para construir una sociedad más igualitaria”, añade Schenone Sienra.
El 3 de abril a las 6 de la mañana nació Tomás Tisminetzky. Ese lunes empezó a correr la licencia por paternidad de Alejandro, su papá. La familia estuvo internada hasta el jueves. Por lo tanto, si la licencia hubiese sido de dos días, como enuncia la ley, Alejandro tendría que haber vuelto a la oficina el miércoles, mientras su hijo y su esposa seguían internados.
“En mi trabajo me dieron 10 días. Eso me permitió estar todo el tiempo durante la internación y pasar los primeros días completos en casa con el bebé, algo que me parece muy importante para la unión y para conocerse. Además, me tomé días de vacaciones para estar cerca todo el primer mes de vida de mi hijo. Uno no dimensiona lo importante que es estar en esos primeros días para acompañar y asistir; para que la mamá pudiera descansar o ir al baño”, expresa Alejandro.
En la última década, los países de América Latina y el Caribe han logrado concretar algunos avances en el ámbito de los cuidados y se han realizado esfuerzos de alcance regional para incluir los cuidados en la agenda de los países. Sin embargo, según un informe de la OIT, los ritmos de progreso de los países son muy dispares y las brechas y los vacíos, aún numerosos. Todos los países de la región Andina y el Cono Sur disponen de licencias de paternidad. También en México y Centroamérica todos los países, salvo Honduras, reconocen el derecho a este tipo de permisos. El Caribe es la región en la que las licencias de paternidad están menos extendidas: solo existen en cuatro países: Bahamas, Islas Vírgenes Británicas, República Dominicana y Suriname.
La duración de las licencias de paternidad varía de un país a otro. Predominan las licencias cortas, de cinco días o menos. Este es el caso de Argentina, Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, República Dominicana y Panamá. En Bahamas, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y República Bolivariana de Venezuela la licencia es de entre 6 y 14 días, y tan solo en un país —Islas Vírgenes Británicas— la licencia es superior: de 30 días.
La aplicación de las licencias parentales es pionera en cuatro países de la región
Entre las diferentes modalidades de licencia que otorgan tiempo para el cuidado por el nacimiento de hijas e hijos, las licencias parentales son las menos extendidas en América Latina y el Caribe. Este tipo de licencia suele tener una duración relativamente prolongada y tanto la madre como el padre pueden hacer uso de ella, y su objetivo es favorecer el cuidado de las hijas y los hijos durante un periodo de tiempo posterior al de la licencia de maternidad o de paternidad. Además, al ser una licencia también disponible para los hombres, puede contribuir a avanzar hacia la corresponsabilidad de los cuidados.
En América Latina y el Caribe, cuatro países conceden licencias parentales. El primer país en incursionar en este tipo de licencias fue Cuba. En ese país el periodo del permiso se extiende hasta el primer año de vida del hijo o la hija. Durante este periodo, quien disfruta de la licencia percibe una prestación pecuniaria equivalente al 60 por ciento de los ingresos previos que se financia a través de la seguridad social.
En Chile, en 2011 fue aprobado el Permiso Postnatal Parental (PPP), que pasó a formar parte del sistema de protección a la maternidad incluido en el Código del Trabajo. Este permiso otorga el derecho a una licencia adicional de 12 semanas después de la licencia de maternidad. A partir de la séptima semana, la madre puede optar por transferir parte de las semanas restantes al padre. También existe la posibilidad de tomar el permiso por medio tiempo de la jornada laboral, en cuyo caso se extiende durante 18 semanas. La prestación es equivalente al 100 por ciento de los ingresos previos en el primer caso y del 50 por ciento en el segundo. El financiamiento de la licencia parental está a cargo de la seguridad social, mediante el Fondo Único de Prestaciones Familiares y Subsidios de Cesantía, que a su vez se alimenta de recursos fiscales. Al igual que en el caso de las licencias de maternidad, el PPP también proporciona cobertura a las madres por adopción y a las trabajadoras independientes.
En Uruguay, la licencia parental —conocida como subsidio de medio horario para cuidados del recién nacido— fue aprobada en 2013. Este permiso se extiende desde el término de la licencia de maternidad hasta que el hijo o hija cumpla seis meses y pueden disfrutarlo la madre o el padre. Se trata de una licencia por medio tiempo de la jornada y el subsidio es equivalente al 50 por ciento del ingreso previo. Es decir, durante la licencia el empleador asume el pago del salario por la jornada que se continúa trabajando y el Banco de Previsión Social (BPS) asume el pago íntegro de la parte de la jornada que se libera para el cuidado. Esta prestación pecuniaria se financia desde la seguridad social. Las trabajadoras y trabajadores independientes también pueden optar por este permiso.
Finalmente, Ecuador adoptó en 2016 la licencia parental. En este caso, el permiso puede extenderse durante 9 meses y disfrutarlo la madre o el padre. Esta licencia está limitada por el hecho de no estar asociada a una prestación pecuniaria que asegure el ingreso.
Un sabor de helado con una misión
La empresa Ben & Jerry’s lanzó un nuevo sabor de helado co creado con 8 emprendedores refugiados. El sabor Sunny Honey Home lleva la inspiración de sabores de Marruecos, Afganistán y Siria. Los beneficios de este nuevo sabor se destinarán a financiar nuevas empresas dirigidas por personas refugiadas.
De la iniciativa participaron: TERN (The Entrepreneurial Refugee Network), la comunidad de empresarios migrantes, y expertos en comercio minorista de Co-op. No es la primera vez que la empresa colabora con TERN, ya que en 2017 se asociaron para crear el UP Collective, un programa de formación para personas refugiadas.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó la semana pasada que el número total de refugiados y desplazados internos en el mundo alcanzó los 110 millones, una cifra récord.
I am not plastic: la solución compostable y biodegradable
I am not plastic es una empresa chilena que ofrece alternativas de productos para el hogar y las empresas, que conservan lo bueno del plástico, pero que son 100% compostables y biodegradables. Sus soluciones van desde bolsas de basura, herméticas y para desechos de mascotas, hasta desarrollos especialmente pensados para la industria de restaurantes y hoteles, como bolsas de vacío, mangas pasteleras y novedosas “pipets” con aceite de oliva en reemplazo de los sachets.
“Todos son elaborados a partir de biopolímeros biodegradables, es decir, sometiéndolos a correctos procesos de compostaje se biodegradan en 180 días, en lugar de 500 años” señaló a Diario Sustentable Rodrigo Sandoval, CEO y Fundador de I Am Not Plastic.
Para tomar nota
- Cervecería y Maltería Quilmes busca emprendimientos de base tecnológica. Eklos, la plataforma de Innovación Abierta de Cervecería y Maltería Quilmes, lanza su convocatoria al programa Pilot & Scale, una propuesta de co-creación de soluciones entre emprendimientos y equipos de la compañía que busca ejecutar pilotos exitosos y escalarlos. Hasta el 15 de julio, startups de base tecnológica de todo el país podrán presentar sus propuestas inscribiéndose aquí. En esta edición, la compañía busca startups que ya estén en el mercado, con clientes activos, y una solución tecnológica validada. Las soluciones deberían estar relacionadas con: innovación en prevención de incendios; productos digitales para procesos legales; plataformas digitales para gestionar los procesos de reclutamiento y selección de talentos; herramientas para planeamiento, ejecución, monitoreo y optimización de campañas de comunicación y marketing en aplicaciones; y, por último, tecnologías para realizar planificaciones financieras ágiles y colaborativas, anticipar escenarios, construir proyecciones y detectar desvíos.
- Latitud R abre convocatoria para su Aceleradora de Negocios de Economía Circular Inclusiva, enfocada en apoyar emprendimientos e iniciativas que impulsen la demanda de materiales reciclables por parte de las cadenas de valor. Se podrá postular hasta el 10 de julio . Más información acá.
Hasta aquí llegamos hoy. Los leo en [email protected]
Hasta el martes,
Flor.