¡Hola! Hoy vamos a ver distintos acontecimientos donde es posible compensar las emisiones que generamos. La intención de descarbonizar implica lograr que la economía funcione cada vez con menos combustibles fósiles. La transición hacia una economía de bajo carbono es un desafío de la humanidad, que necesita una construcción esencialmente colectiva.
Argentina tuvo su primera boda carbono neutral
Una fiesta de casamiento genera un gran movimiento de personas, consumo de energía, combustible, agua y otros insumos, lo que genera emisiones de gases de efecto invernadero, que se acumulan en la atmósfera y son responsables del cambio climático. Fue por esto que Martina Costa Paz y Jaime del Sel, decidieron mitigar el impacto ambiental de su boda, haciendo que su fiesta fuera carbono neutral. “Somos parte de este mundo y recibimos todo de él. En nuestro día a día somos muy conscientes de esto, intentamos reducir nuestros consumos, separamos los residuos, compostamos y priorizamos comprar a empresas de triple impacto. Incluso elegimos que nuestro camino profesional estuviera alineado con esto”, expresa la pareja. Jaime se dedica a la comunicación y trabaja con Empresas B, y Martina desde su arte (@_amarillomar_) busca transmitir un mensaje de conciencia ambiental. “Es por todo esto que compensar la huella que generamos en nuestro casamiento nos pareció la forma más coherente de hacerlo”, agregan.
El casamiento de Martina y Jaime tuvo lugar en un espacio de Ingeniero Maschwitz de la Provincia de Buenos Aires. Con la ayuda de The Carbon Sink, decidieron cuantificar la huella de carbono, midiendo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por el evento. Entre las áreas y actividades que se midieron para conocer las fuentes de las emisiones de dióxido de carbono se contemplaron los viajes de los invitados, de los proveedores, el consumo de la energía, el tratamiento de los residuos, el hospedaje, los servicios tercerizados, entre otros. Los invitados recibieron junto a la invitación un formulario que debieron completar para poder cuantificar las emisiones generadas por su traslado. “Una gran parte no sabía bien qué era la huella de carbono, pero cuando les explicamos les pareció una idea increíble y súper alineada con nuestra filosofía. Los que ya sabían lo que significaba nos felicitaron por hacerlo en medio del estrés y cansancio que te genera la organización de un casamiento” cuenta Jaime.
El casamiento de Martina y Jaime generó 6 toneladas de CO2, lo que equivale a 4,3 algarrobos cortados por año, 46.735 km recorridos en un auto mediano o 10,8 viajes ida y vuelta en avión de Buenos Aires a San Pablo. “Una vez que calculamos la cantidad de dióxido de carbono que generaría el evento, les presentamos a la pareja una serie de opciones de proyectos de captura de carbono certificados que tenemos para poder compensar y neutralizar dichas emisiones”, comenta Federico Falcón, director de The Carbon Sink. La pareja decidió compensar con bonos certificados de “Corredor de los Cedros”, un proyecto de conservación y manejo forestal de bosques nativos en Jujuy, Argentina. Su objetivo es preservar la ecorregión Yungas-Jujeñas y su rica biodiversidad. La zona sufre una gran presión por el alto nivel de deforestación y el avance de la frontera agrícola. Este proyecto está evitando la destrucción de miles de km2 de bosque nativo, y con ello, la pérdida de especies de la región como el tapir y el oso hormiguero, ambos en peligro de extinción. Al implementar mejores prácticas de silvicultura y tareas de restauración, el proyecto tenderá a incrementar el stock de carbono en el bosque.
Cuál es la huella de carbono de las vacaciones de los argentinos
A modo de referencia, The Carbon Sink, analizó tres tipos de viajes que hacen los argentinos para conocer cuál es la huella de carbono de cada uno y el impacto generado por su traslado y hospedaje:
Viaje familiar. En el caso de una familia tipo de cuatro personas que viaja por una semana desde Buenos Aires a Pinamar en auto, se calcula una emisión promedio de 507 kg de CO2e. Este cálculo considera un recorrido de 800 km, un promedio de traslados internos de 4 km por día y el hospedaje en un hotel 3 estrellas en dos habitaciones.
Viaje en pareja. Viajando dos personas en avión de Buenos Aires a Brasil ida y vuelta, incluidos los traslados al aeropuerto, generan aproximadamente 1.297 kg. de CO2e. El hospedaje en un hotel 5 estrellas durante 6 noches adiciona 235 kg de CO2e. Sin duda, viajar en avión aumenta considerablemente el impacto ambiental. Para dimensionar el impacto de esto, se debe considerar que 1.300 kg de emisiones de CO2e equivalen a 1 algarrobo cortado.
Viaje de una sola persona. Viajar a Nueva York en avión a Buenos Aires ida y vuelta, y los traslados al aeropuerto a cada punto emite 2.575 kg de CO2e. El hospedaje en un hotel 3 estrellas durante 6 noches podría generar 78 kg de Co2e.
Estos últimos ejemplos demuestran que viajar en avión aumenta considerablemente nuestro impacto ambiental, y este impacto es aún más grande, a mayor distancia.
Viajar implica muchas acciones. Hacer un cálculo aproximado de cuál es su huella de carbono hoy es posible gracias a plataformas como The Carbon Sink, que a través de una calculadora fácil de usar, no sólo permite medir las emisiones de CO2e que se generan, sino también, neutralizarlas a través de bonos certificados en proyectos sostenibles tanto en Argentina como en la región.
PYMES: cómo pueden convertirse en carbono neutral
La neutralidad de carbono, que implica alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero, parece ser un objetivo al que pueden aspirar sólo las grandes empresas. Sin embargo, hoy existen alternativas para que una PyME pueda acceder a alcanzar esta meta.
Muchos emprendedores y líderes de pequeñas y medianas empresas tienen conciencia del impacto de su negocio en el ambiente y la voluntad o el deseo de mitigarlo, e inclusive alcanzar la neutralidad de carbono. Para poder realizar la medición, la empresa deberá reunir la siguiente información: cantidades y tipos de combustibles consumidos en equipos y vehículos de la empresa; cantidad de electricidad consumida (en kWh) en todas las instalaciones de la empresa; el total de kilómetros en viajes de negocios o comerciales ya sean aéreos, terrestres o fluviales; la suma total de kilómetros recorridos en los viajes de los empleados desde su vivienda hasta al lugar de trabajo; la cantidad en kilogramos de papel consumido en la empresa; y los kilos de residuos orgánicos generados. Con estos datos, la empresa puede utilizar la calculadora de The Carbon Sink y la misma le devolverá un resultado de emisiones generadas en toneladas de CO2 equivalentes; cómo se distribuyen por categoría; y lo compara con la cantidad de árboles talados y kilómetros recorridos en auto o avión.
Una vez que la PyME realizó la medición de su huella de carbono, puede comenzar por planificar estrategias para reducir esas emisiones en su operación. Y si la PyME quiere que su resultado sea cero neto, para la fracción de emisiones que no puede reducirse, The Carbon Sink ofrece una tienda con opciones de compensación mediante la adquisición de bonos certificados. Se puede elegir y compensar con proyectos de reforestación, energía eólica y solar, todos ubicados en Latinoamérica – Argentina, Perú, Chile, Brasil, Uruguay y Colombia. Así, en muy pocos pasos y de manera muy accesible, una empresa puede lograr su objetivo de convertirse en carbono neutral.
Tres preguntas a Pedro Friedich, co-presidente de Sistema B Argentina y director de Tonka S.A.
¿Qué te llevó a comenzar a medir la huella de carbono de Tonka?
En 2014 con Tonka realizamos el proceso para certificarnos como empresa B y para eso teníamos que conocer la huella de carbono y contar con un plan para compensar las emisiones. Contratamos a una persona que era idónea para hacerlo. Hicimos las mediciones y en unas semanas pudimos saber nuestras emisiones.
¿Por qué trabajaron en compensar la huella histórica de la empresa?
Con la medición de la huella del año 2014, obtuvimos la información de las emisiones instantáneas. Luego, le pedí al técnico si podía medir los años anteriores para poder conocer la tendencia. Se pudo estimar hasta 9 años atrás. Reconocí que las emisiones históricas eran una deuda con las generaciones futuras. Y me propuse saldar esa deuda. Por eso, hicimos un plan para mitigar todo lo que podíamos y un plan de compensación, que implicó alquilar seis hectáreas en la selva misionera para compensar con un proyecto de regeneración la huella actual y la histórica. Hoy ya somos carbono neutrales y en los próximos años vamos a saldar la deuda histórica.
¿Cuáles son los próximos planes en este sentido?
El primer plan es trabajar en las seis hectáreas, donde estamos regenerando en Misiones, para no solo capturar carbono, sino también plantar árboles de alto valor y alto potencial. En segundo lugar, queremos abastecernos de energía eléctrica, que va a provenir de paneles solares en la planta fabril. Otro plan es hablar con la cadena de valor para producir productos carbon free. La idea es que toda la cadena de valor pueda compensar su huella de carbono.
Emprendedores de la economía popular confeccionan productos con materiales recuperados del proceso industrial de Toyota
Toyota comenzó a vender productos confeccionados por emprendimientos de la economía popular en el marco de su programa Kankei, con el que transforma materiales recuperados del proceso industrial en autopartes y productos de merchandising. Los productos fueron manufacturados por cuatro emprendedoras y cooperativas a quienes la empresa dio soporte en aspectos de formalización y productividad.
A estos cuatro emprendimientos se suman otros ocho que se encuentran en proceso de regularización y desarrollo de producto dentro de Kankei (término de origen japonés que significa “relacionamiento”). Nacido en 2020 como iniciativa interna dentro del Innovation Lab de Toyota, Kankei busca establecer un sistema de economía circular para aumentar el nivel de reciclabilidad de los residuos de la cadena de valor de la compañía y mitigar la huella ambiental de su operación. Toyota detectó al menos 12 emprendimientos con potencial productivo, de los cuales cuatro ya se convirtieron en proveedores de productos oficiales de merchandising de Toyota: Loka Veroka, de Villa Lugano, CABA; Cooperativa Laja, de Villa Jardín, Lanús; Cooperativa RDB Textil, de Mataderos, CABA; y Maribel Gayoso, de Villa Soldati, CABA. Los cuatro emprendimientos pertenecen al rubro textil y siguieron el mismo proceso de integración. Tras el relevamiento territorial con visita presencial y encuesta de requisitos mínimos, Toyota les propuso la confección de productos oficiales a partir de determinados materiales reciclados del proceso industrial: cueros y telas de asientos de Hilux y SW4; airbags defectuosos y otros. Luego de la propuesta de desarrollo de producto, revisión y presupuesto final, formalizarse para emitir facturas y remitos, y finalmente bancarizarse con una cuenta corriente. Concluido ese proceso, Toyota se comprometió a entregar la materia prima sin costo y comprar toda la producción pactada. Además, cada acuerdo individual se propone un objetivo particular: compra de maquinaria, capacitación productiva, comercial u otros.
“Es como pegar un pequeño salto”, explica Verónica Esquivel, que desarrolló bolsos materos y neceseres a partir de airbags reciclados bajo su emprendimiento “Loka Veroka”. “Me dio buena vibra desde el comienzo, porque vinieron a mi casa para ver lo que yo hacía. En mi vida había visto esos airbags -gracias a Dios- y me dijeron que piense una idea para reutilizarlos. Yo estaba acostumbrada a comprar la tela y realizar el producto a partir de ahí, y esto era un proyecto diferente”, relata. “Después vino la parte financiera, y con ayuda de mi hija en la computadora nos dimos de alta como proveedoras solas. Cuando llegó la orden de compra, le empezamos a meter pata. Fue muy importante para nosotros”.
Para agendar: Innovación para contrarrestar la desinformación en español
Para abordar la cuestión de la desinformación en español, Laura Zommer, emprendedora social Ashoka y pionera en fact-checking, fundó Chequeado, que hoy actúa en 17 países latinoamericanos. Con 60 millones de latinos viviendo en los EE.UU. y sin esfuerzos significativos de chequeo de datos en español operando en los EE.UU., Laura se asoció con la emprendedora social Ashoka española, Clara Jiménez Cruz y co-fundaron FactChequeado para llenar ese vacío y así hacer frente a los crecientes costos sociales de la desinformación desenfrenada. La charla es para entender las innovaciones que se necesitan para contrarrestar la desinformación en español. Se lleva a cabo el 1 de febrero a la 1 pm. Inscribite acá.
Hasta aquí llegamos hoy. Los leo en [email protected]
Hasta el martes,
Flor.